Certidumbres sin planificar
La pandemia quizá nos cogió por sorpresa; no se puede decir lo mismo sobre previsión en recursos humanos de nuestro Sistema Nacional de Salud
Se va el verano más extraño y comienza un nuevo curso con incertidumbres jamás imaginadas. Nunca la vuelta al colegio ha dado tantos quebraderos de cabeza como la de este año, y no es el único ámbito en el que se plantean innumerables ... dudas sobre como hacerlo. En la Universidad se han diseñado varios escenarios posibles, desde un modelo presencial hasta uno on line, pasando por otro multimodal que combina presencia física con teledocencia según tipo de actividad. Será este último el que, probablemente, se desarrolle cuando empiecen las clases en los últimos días de septiembre, momento en el que también se incorporarán a nuestros hospitales y centros de salud los nuevos R1, los MIRes que han obtenido plaza para hacer la especialidad, un periodo formativo, presencial obviamente, que durará varios años hasta obtener la capacitación para trabajar en el Sistema Nacional de Salud. Esperemos que este año, en ese marco multimodal universitario, los estudiantes de 6º de Medicina puedan hacer su Rotatorio Clínico, su año de R0, aunque aún no sabemos la fecha del próximo examen MIR al que se presentarán los graduados del año del confinamiento además de aquellos miles que no obtuvieron plazas en las convocatorias anteriores. Y es que la formación médica empieza en primer año de Medicina y termina, formación continua al margen, el último año de especialidad, aún con ese gap entre la obtención del título universitario y el acceso, o no, a la formación especializada.
Los profesionales sanitarios han sido, siguen siendo, protagonistas en la lucha contra la pandemia y ahora, aún cuando se dispone de muchos más medios materiales para luchar contra ella que en marzo, es necesario insistir en la importancia clave de los recursos humanos. En el caso de Medicina, y aunque muchos de los empleos son en precario, problema que urge resolver, el paro en las especialidades médicas es muy escaso. De hecho, en algunas ramas es prácticamente del 0%, con muchas dificultades para cubrir plazas ofertadas. No es un problema nuevo que haya venido con la pandemia; ni siquiera la urgencia de esta última está sirviendo para abordar lo que ya era urgente antes de que apareciese. La Organización Médica Colegial publicó en 2018 su último Estudio de Demografía Médica, con datos más que ilustrativos. Un envejecimiento claro de la plantilla, 49,2 años de media, con el mayor porcentaje en la franja de edad entre los 55 y los 65 años, y con una previsión, para el 2027, de más de 70.000 jubilaciones, tasa muy difícil de cubrir con el ritmo de formación actual de nuevos especialistas. Una total falta de coordinación entre las plazas universitarias, acordadas por el Consejo de Universidades, y las acreditadas de formación especializada del Sistema Público de Salud sin poder absorber la enorme bolsa de graduados. Una distribución muy dispar de especialistas en la geografía española... En definitiva, una ausencia de planificación total que provocará que en pocos años falten profesionales en determinadas especialidades médicas, algo que ya está desgraciadamente materializándose en algunas de ellas. La pandemia quizá nos cogió por sorpresa; no se puede decir lo mismo sobre previsión en recursos humanos de nuestro Sistema Nacional de Salud.
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