Opinión
Carta abierta al PP
El ciudadano debe encontrar en los poderes públicos un servicio y no un guía
Escribo en condición de miembro y amigo, de ciudadano militante que quiere lo mejor para su país y su partido, en este orden. Dentro de poco se celebrará la Convención Nacional del Partido Popular , y creo que es un acontecimiento de alto valor ... por dos razones: es la oportunidad de manifestar que hay alternativa al Gobierno actual y la de fortalecer una opción política que pueda abordar ese cambio para todo el país.
Tuve el honor de tomar parte en la última Convención del PP Vasco que se celebró hace dos años en Vitoria, bajo la dirección de Alfonso Alonso. Quienes nos implicamos en aquella aventura trabajamos duro, pero disfrutamos con la misión que teníamos entre manos. Esto sucede cuando hay una viva vocación política, y nosotros la teníamos. Deseo ardientemente que quienes ahora mismo estén metidos en la preparación de la futura Convención del PP, tengan las mismas satisfacciones que aún conservo. Con todo, no quiero que se quede sólo en una simple memoria. Desearía que esta próxima Convención pudiera hacerse eco de los patrones ideológicos que asentamos aquel septiembre de 2019. Más allá de las especificidades vascas, el texto político que se presentó ante el PP Vasco, contiene unas líneas de pensamiento que pueden ofrecer en las próximas elecciones generales, el programa de un partido renovado y preparado para asumir la tarea de gobernar.
El PP Vasco, como parte indisoluble del Partido Popular, manifestaba su cultura política como liberal, depositaria del humanismo cristiano, de carácter social y reformista. No había nada novedoso en nuestra definición ideológica, pero sí la presentamos con nueva y desbordante ilusión. Nuestra labor actual, la de todo el PP, pasa por hacer de estos principios una posición desde la que servir de instrumento a los ciudadanos . Una herramienta política que se diferencia de cualquier otra por la aceptación de que la persona es insustituible, esto es, el ciudadano debe encontrar en los poderes públicos un servicio y no un guía. Cuesta hacerle hueco a este ideal, pero es el único que nos puede preservar libres. El Estado es esto: servicio. Por esta razón, no debe buscar clientelas, ni crear problemas nuevos, ni darle cabida a los que existen por el capricho de quienes piensan tener derecho a revolver los ánimos de la sociedad, como ha ocurrido con los políticos independentistas catalanes.
Desde esta próxima Convención, el PP debe seguir presentándose como solución activa, ya mismo, desde su papel hoy en la oposición, con la vista puesta en poder alcanzar el Gobierno. Tiene que hacerlo con un proyecto amplio, de centralidad política, dándole impulso al cariz liberal y social de nuestras convicciones; gobernar para el ciudadano concreto, para sus necesidades cotidianas, para que exista una asistencia que ayude a conseguir a quien hoy no puede por sí mismo por sí mismo, sus propios objetivos, sin dar lugar a dependencias negativas. Hemos de hacer valer con todas nuestras fuerzas la separación de poderes, poner especial cuidado en la necesaria independencia del poder judicial . Hay que apuntalar la libertad de prensa que algunos socios de este Gobierno tanto han criticado. Defendamos la libertad económica y una fiscalidad que haga posible el desarrollo de los proyectos profesionales y de vida que hay en cada hombre, mujer y familia de este país. Esto tiene que más ver con las clases medias y bajas que con las altas esferas, pues, de no ser así, la economía libre sería en realidad una economía feudal. Y no lo es.
El PP no debe caer más en la trampa de marcarse como meta la reagrupación del voto de centro-derecha. No podemos seguir malgastando argumentos para que VOX o Cs dejen de existir y se afilien a nuestro partido. Estos partidos han nacido para tener vida propia, y la desean. Los de Abascal no participan de nuestras ideas, por ser nacionalistas- que no patriotas-, y Cs tiene sus propias encrucijadas, aún por resolver. Nosotros somos centro y centro-derecha, no necesitamos más. Nuestra propia historia lo ha venido desarrollando. Tenemos razones para ser herederos de UCD, pues en nuestras filas está buena parte de sus ideas y de los que allí militaron. En nosotros convergen las coaliciones que Alianza Popular buscó con democristianos y liberales. Precisamente, en 1989 sucedió la refundación que dio lugar a este Partido Popular, a fin de que quienes antes se coaligaban, se presentasen bajo unas mismas siglas. En 2006, la mayoría del CDS que fundó Adolfo Suárez ingresó en el PP, y con ello se reafirmó nuestra inserción en la historia reciente del centro. Como suele decirse, ¡para qué quieres más, Tomás!
Haremos muy bien en poner nuestra atención en las referencias del PP que funcionan, cada cual en sus circunstancias. Quiero fijarme especialmente en dos; Juanma Moreno al frente de la Junta de Andalucía, y, por otra parte, Paco de la Torre en el Ayuntamiento de Málaga . A ellos les asiste la voluntad de cambio, de mejora, la concordia política y la acción sin ruidos.
Estoy seguro de que una Convención Nacional que pueda transmitir algo de todo esto, tendrá éxito. Desde fuera se procurará la crítica áspera, pero eso no debe preocuparnos. Las mismas ocasiones que otros tengan para ponernos en tela de juicio, las encontraremos para reafirmarnos, sin necesidad de entrar mucho al trapo. Es hora de ser, comunicar y llevar a cabo .
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