OPINIÓN
Estas elecciones, todos somos 'agujerers'
El butrón sideral que llega con los comicios nos va a devorar, pero se llevará por delante a unos cuantos candidatos
Ya lo advirtió Morera. La modita. Ahora que se ha puesto cara a un agujero negro en un lugar tan lejano que hasta ni los políticos se atreven a pescar incautos con el tema de los peajes, todo el mundo quiere ser ‘agujerer’. O ‘Einsteiner’. ... Porque uno de los mantras que se han repetido insistentemente cuando se ha mostrado la foto del butrón estelar es que el físico alemán tenía razón. Fue el mismo que pronunció la frase de «si tengo razón los alemanes dirán que soy alemán; los franceses, que europeo y los estadounidenses que ciudadano del mundo. Pero si son erróneas mis ideas, los estadounidenses dirán que era europeo; los franceses, que alemán y los alemanes que un maldito judío». En la época en que la bandera se cotiza más que el neutrón, se demuestra que tenía razón.
Es curioso cómo una noticia científica puede generar algo de interés en esta piel de toro aficionada a paquirrines, pantojas, messis y rosalías. Quizá lo haga porque, realmente, nadie sabe de lo que se está hablando y comentar la foto es como describir el traje nuevo del emperador. Y da lugar al chiste fácil si la conversación lleva a un vericueto de difícil escapatoria. Como el rostro aniñado de Errejón pero en versión cósmica.
Les confesaré que yo, en una juventud tan lejana que las fotografías también tienen estelas borrosas, me interesé por aquello de las galaxias, los cúmulos y los quásares. Y aprendí unas cuantas cosas rumbosas y complejas, de esas que no te permiten ligarte a la chica que te gusta pero que pueden hacerte ganar una partida en esos tríviales que a nadie importan. De entre ellas, la que más me seducía era la del horizonte de sucesos, ese lugar que marca la frontera entre lo que existe y lo que acaba por desaparecer engullido por la destructiva fuerza gravitatoria del agujero.
No hace falta ser un Einstein, ni un primo de Rajoy, para saber que decenas de nuestros políticos se encuentran en el horizonte de sucesos que precede al nigérrimo agujero de los resultados electorales. Es innecesario, por repetitivo, dar nombres. Son los números dos o tres de las generales y los que temen no rascar el pelo de una concejalía en las municipales. Nos muestran la imagen del sideral hueco con la insistencia del padre primerizo que enseña la foto de su hijo. «This is the end, my only friend, arrepentíos o el sumidero de liberales, separatistas, antiespañoles o mucho españoles os arrastrará» exclaman los que siguen agrandando un agujero que los devorará, y que nos zampará, como Saturno a sus croquetas.
