La Voz de Cádiz

Un escaparate brillante

La ciudad de Cádiz se apunta a cerrar espacios públicos para los moteros

LA VOZ

Cualquier residente en la provincia de Cádiz que haya viajado de forma frecuente se habrá encontrado con una anécdota similar. Al explicar de dónde viene, empieza a mencionar ciudades o accidentes geográficos que están alrededor de su localidad de origen. Que si cerca del Estrecho de Gibraltar, al Sur de España, en una zona próxima a Cádiz, Sevilla, Málaga o Jerez. Al mencionar esta última, resulta muy probable que alguien en cualquier lugar del mundo diga algo como «sí, allí es donde se corre el Campeonato del Mundo de Motos». Más allá de sus características, de su evolución y de las molestias que crea entre los vecinos, resulta poco discutible que el evento deportivo que Jerez acoge el fin de semana se ha erigido en un escaparate imponente que coloca el nombre (y la cultura, el clima, los paisajes o la gastronomía de toda una región) en millones de pantallas durante varias jornadas.

Ese impacto sería inasumible si hubiera que pagarlo y provoca un eco que se expande durante el resto del año por los rincones más inesperados. Pero además de la promoción mediática, está el efecto boca-oreja, la publicidad personalizada que puedan hacer todos los que acuden. En este último campo, la ciudad de Cádiz ocupa un lugar secundario en un evento que, obviamente, tiende a tener su epicentro en Jerez y expande su onda en círculos concéntricos. A más cercanía, mayor afluencia de espectadores. Con todo, la Bahía siempre ha tenido su trozo del pastel y la capital gaditana parece que quiere hacerlo mayor.

En este 2017, por primera vez, un tramo del Paseo Marítimo quedará cerrado durante viernes, sábado y domingo para acoger actuaciones, pequeños mercados o exhibiciones de vehículos clásicos. Un escenario en la glorieta Ingeniero La Cierva completará el dispositivo que trata de ofrecer la playa a los que llegan. La capital gaditana se suma de esa forma al ritual de reservar zonas para los aficionados, con lo mucho de prevención, convivencia y respeto que eso precisa. Puede ser un elemento para que la afluencia de aficionados a la ciudad de Cádiz crezca y se equipare a la de otras localidades de la Bahía. Es un elemento más en el proyecto de afianzar una oferta turística que no sea esclava del verano y la estacionalidad. El sector servicios lo agradecerá y sólo falta buscar fórmulas para que algunos vecinos no tengan que lamentarlo.

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