OPINIÓN

Entre el deber y la pose

El de ayer debió ser el último capítulo de los tres años de espera del mayor contrato de la historia de Navantia

Empieza a tener la duración, y los giros, de un culebrón. Pero lejos de ser un entretenimiento, resulta vital para el sustento de varios miles de familias en la Bahía de Cádiz. Ahora parece estar más cerca que nunca, con el aval del Gobierno ylibre ... de obstáculos políticos. El contrato con Arabia Saudí para la construcción en los astilleros públicos españoles de cinco corbetas está desde ayer más cerca que nunca de quedar confirmado, después de ser negociado, cerrado y firmado a lo largo de un proceso que se ha extendido casi tres años. El acuerdo entre Navantia y el Gobierno de Arabia Saudí parecía una realidad tras la la visita oficial que Felipe VI hizo al reino, ahora en el centro de todas las polémicas mundiales, hace ya casi dos años, en enero de 2017. Se trataba y se trata de un pacto histórico para las plantas del sector naval español y, concretamente, para las gaditanas ubicadas en San Fernando. Esas cinco corbetas para la Marina Real saudí suponen carga de trabajo para lo que resta de década y la mitad de la siguiente. Supone ocupación para casi 6.000 trabajadores entre los empleos directos que sustentaría y los de la industria auxiliar. Por ello es clave discernir, separar las relaciones diplomáticas entre España y Arabia Saudí, la reclamación del respeto por los derechos humanos, con un acuerdo que supone nada menos que la supervivencia del astillero de San Fernando. La democracia no va a aparecer si los astilleros gaditanos se hacen el hara-kiri y ese presupuesto total de 2.000 millones de euros para modernizar su flota viajará a otro lugar de la Europa civilizada o del negociador norte de América, por ejemplo. En la carrera internacional para satisfacer esa demanda están Francia y Estados Unidos, sin ir más lejos.El único que se ha borrado por criterios políticos es Alemania.

Pocos servicios mayores a la Bahía de Cádiz puede dar el Gobierno que distinguir entre la lucha contra los abusos autoritarios en el resto del mundo y los distintos acuerdos económicos. La construcción de las cinco corbetas para Arabia en la Bahía sería un enorme balón de oxígeno para Navantia. Se trata del encargo más alto que ha recibido nunca la empresa española en su historia. La de ayer pudo ser la defintiva confirmación pero en un entorno que mezcla constantemente intereses y poses nadie debe dar casi nada por sentado.

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