Achicoria

Será este un carnaval –en puridad ya lo ha sido– marcado por las ausencias

Enrique Goberna

Será este un carnaval –en puridad ya lo ha sido– marcado por las ausencias. La ausencia, aún dolorosa, de Juan Carlos. Tres años ya huérfanos de su poesía, de su compromiso, de su desvergüenza; en ocasiones también de su malage. Con él empezó y terminó ... el juancarlismo. Seguiré disfrutando otro año más de la comparsa de García Argüez, y lo haré sin prejuicios, porque las agrupaciones siempre serán de sus autores.

Ausencia de mi querido y admirado Paco Rosado por el que siempre he profesado el mayor de los respetos. Llamativo el silencio oficial en el concurso. Sorprende ese olvido cuando Paco, solo y en compañía de otros, ha dado tanto al carnaval; desde las tablas y desde los medios de comunicación. Quizá sea el peaje a pagar por tener la libertad y la valentía de decir lo que se piensa, con honestidad, en un mundo donde abunda la mala leche y la burla cobarde de unos o el bienquedismo y el baboseo adulador de otros.

La ausencia de la chirigota del Selu de este concurso y, lo que es aún peor, la ausencia de las chirigotas y comparsas malas de solemnidad que han decidido no venir este año a deleitarnos con sus repertorios. Las preliminares no serán lo mismo sin un ‘va por ti Miliki’.

La ausencia de mascarillas y de distancia durante el carnaval callejero de febrero no solo me pareció un error y una irresponsabilidad, también me produjo una profunda decepción, no tanto en mis compañeros de calle, que también, sino fundamentalmente en el público de callejeras. Estaba convencido que estos últimos tenían más nivel. Ya veo que no.

Ojalá me equivoque, pero después de sufrir la ausencia de agrupaciones, de público, y la sensación de desubicación general en el Carnaval durante su fecha tradicional; después de una erizada sin erizos y de un comienzo de concurso sin herederos del levante ni gafas de soldador en los tipos, no espero demasiado de esta veraniega invención; de este gaditano ‘porcoone’. Mucho me temo que será como ir al Bar Brim y que te pongan una humeante taza de achicoria.

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