Enrique García-Agulló
Todos juntos
Me da miedo volver a hablar del coronavirus que ya está matriculado con las siglas Covid-19

Me da miedo volver a hablar del coronavirus que ya está matriculado con las siglas Covid-19 . Me da miedo sacarlo a la palestra. Me da miedo porque no soy experto para ir arbitrando reglas ni normas para combatirlo o, al menos para ... intentar apaciguarlo, si no es en el reducido ámbito familiar cuando hablamos de esto. Me da miedo el miedo por el que ahora ha empezado a sufrir la humanidad y por España en donde no hay momento del día en el que no se nos den nuevos casos, nuevas estadísticas y nuevas normas. Sí, me preocupa toda esta apocalíptica visión de la pandemia, como si se tratara de la tercera Guerra Mundial: el Mundo contra el Virus.
El Gobierno propone el estado de alarma, la mejor idea que se puede tener ahora, a estas alturas del problema. Tenemos que sacrificar nuestras libertades para que prospere mejor la erradicación del virus y lograr la mejor sanación de todos, porque aún queda más dolor y congoja no sólo por lo que están ya padeciéndolo sino por los que podamos tener que enfrentarlo. Pero me admira ver a quienes, desde primera línea, tratan de combatirlo. Todos debemos volcarnos en apoyar la ingente labor que llevan a cabo esos ángeles de la clase sanitaria, médicos, farmacéuticos, enfermeros, celadores, conductores de ambulancia, por los operadores de teléfono que nos atienden, por las fuerzas de seguridad que nos protegen, por los medios que nos informan, por la medicina privada o por tantos funcionarios de todas índole que para ello se han puesto en marcha.
Si hay alguien a quien homenajear en el futuro será a todos estos esforzados agentes que se ocupan de cuidar España y a los españoles, a quienes aquí vivimos, vengamos de donde vengamos. Desde los gestores de la sanidad que con su planificación y su organización se ocupan de que todo transcurra conforme a protocolo, como esos a hombres y mujeres que en primera línea se están ocupando y preocupando de todos los demás. Ya ha mostrado esta España de la reconciliación su preparación y su vocación en anteriores ocasiones y ha sabido hacerlo. Porque España se ha ido preparando a lo largo de todos estos años pasados de la reconciliación, en comprender y asimilar qué es y cuándo se origina una cuestión de Estado. Hace ya algunos años, cuando era político activo, tuve la suerte de pertenecer a Comisiones que de esto se preocupaban tanto en la Federación Española de Municipios y Provincias como en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Y aprendí a familiarizarme con conceptos tan claros y firmes que en España se tenían ya bien definidos como los de protección civil, actuación ante emergencias y catástrofes... España está lista y preparada, Gobierno y Autonomías.
Y aunque ante esta incertidumbre por lo que no parece conocerse muy bien pueda ser el miedo lo primario, miedo por la convulsión o estupor por la pequeñez humana tan ufana en tantas cosas y tan débil en ésta, tranquiliza saberse miembro de una sociedad como la nuestra que, ante el problema, se prepara para actuar, unos desde la sanidad y otros desde la solidaridad. Los españoles reunidos, con sentimiento, con comunicación, con entendimiento, buscando el acuerdo común. Ahora es momento de todos juntos, tiempo podrá haber en el futuro para analizar lo que se hizo. Ahora todos juntos por el bienestar de todos.