Enrique García-Agulló
Una condecoración
Los sanitarios se están jugando vida y salud en favor de todos los que estamos confinados u hospitalizados
Sí, una condecoración debería poder lucir en el futuro todo aquel que esté contribuyendo de manera directa en la lucha contra esta pandemia del coronavirus ; un galardón que les recordara en el futuro el agradecimiento de los españoles por ese esfuerzo que están ... haciendo con los medios a su alcance, que no son siempre los idóneos. Al presidente del Gobierno le gusta comparar esta situación pandémica con una guerra; pues bien, señor presidente, señores del Gobierno, señores diputados y senadores, articulen lo necesario para que así pueda ser y otorgarse a quienes lo merecen esta medalla de la campaña, este galardón, desde lo más sencillo hasta lo mejor, y que así pueda constar en sus expedientes laborales o administrativos. Hagamos que se sientan reconocidos en el futuro por sus connacionales. Eso es lo que pido desde aquí confiando se unan muchos más.
En España existe una larga tradición histórica para distinguir a los que en el mundo de la sanidad se hayan esforzado en pro de los demás , incluso hasta dando por ello su vida. Actualmente está recogida en el RD 1270/83 de 30 de marzo propuesto por el entonces Ministro de Sanidad Ernest Lluch que, recreando la Orden Civil de Sanidad, continuaba así la tradición de la antigua Cruz de Epidemias para, entre otras cuestiones, «premiar los servicios y méritos relevantes de carácter sanitario o prestados con motivo de la asistencia a luchas sanitarias o epidemias».
El artículo 4 de la citada norma establece, entre otras, las circunstancias que deben concurrir en aquellos personas o Entidades, entre las que se contemplan «haber prestado atención o asistencia sanitaria, de forma eficaz y relevante, en supuestos importantes de crisis o emergencias sanitarias o con dedicación continuada y permanente y ejemplar al servicio de la comunidad», incluso hasta por haber fallecido a consecuencia de ello, al establecerse que esta distinción podría otorgarse a título póstumo.
Dos cosas previas por aclarar. Una, que el panel de distinciones para ser distinguidos con esta Orden Civil es de carácter acotado, vamos, de un número cerrado por el que se pueden dar al año «cinco grandes cruces, 10 encomiendas con placa, 20 encomiendas y 50 cruces sencillas», aunque deja fuera de dicho cómputo las concedidas con carácter póstumo.
La otra, que, siguiendo este Real Decreto, «el acto de imposición de las condecoraciones de la Orden Civil de Sanidad será adecuado a las circunstancias que concurran en cada caso, pero procurando siempre resaltar su carácter de honor, distinción y reconocimiento público» y, «llevarse a cabo el Día Mundial de la Salud » que este año, si no voy errado yo, parece haber caído en el pasado Martes Santo 7 de abril, circunstancia, claro está, que quizás no haya permitido celebrarlo porque otras cuestiones más importantes ha tenido que estar atendiendo el Gran Canciller de la Orden, el Ministro de Sanidad Sr. Illa, pero que lo digo para que se pueda tener en consideración cara al futuro.
Y una cuestión final. La Orden Civil que se comenta tiene un número cerrado de distinciones al año, pero ingente está siendo la población sanitaria y no sanitaria que nos está atendiendo durante esta pandemia. Merecería que se ampliara ese panel de galardones y poder así igualmente señalar con ellos a tantos héroes no tan anónimos que se están jugando vida y salud en favor de todos los que estamos confinados u hospitalizados , modificando en lo oportuno la norma para que pudiera constar en sus expedientes y pudieran lucir en el futuro, aunque fuere un imperdible o un emblema, algo que a todos nos recordase el esfuerzo que están haciendo.
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