Concordenses, concordianos o mesteños
España erizada en subidas descontroladas de la luz, del gas, del butano o de los combustibles, sin salir del Covid y ahí les tienen, entretenidos en si se llamará Concordia o Mestas del Guadiana
¿Don Benito? Los socialistas. ¿Quiénes gobiernan en Villanueva de la Serena? Los socialistas. Pues eso, toda una España erizada en subidas descontroladas de la luz, del gas, del butano o de los combustibles, sin salir del Covid y entrando en la viruela del mono, ... y ahí les tienen, entretenidos en si se llamará Concordia o Mestas del Guadiana. Ya lo decía Herrera, es que hay más que botellines.
Y no sólo allí. Un país anfitrión de la Cumbre de la OTAN y el presidente, al frente de una cosa mixta entre gobierno y oposición. Vamos, agua y aceite en un mismo vaso. A ver quién mezcla eso para venderlo fuera y, encima, con aceite de ricino o de bacalao.
Un paro que duplica al de la media europea y en Badajoz con los cambios de nombre. España con un cáncer político en su integridad nacional y ellos, a verlas venir. Que si tururú para las sentencias del uso del castellano en la enseñanza catalana o que lo que toca ahora en el entretenimiento nacional es una ley para eliminar las demoras insostenibles en todo ese lío de citas previas, pero, ojo, para los particulares, claro, porque para la administración, no.
Un censo en torno a los tres millones de personas pagados con lo que producen los demás. Supuestamente para hacernos la vida mejor y encima, toma, más carbón. Y generando más plazas. No sé de qué van a vivir funcionarios y pensionistas si los pobres mortales que trabajan en la empresa privada, en el campo, en la mar o como autónomos, están cada día más ahogados con la deuda pública creciente, el gasto público desorbitado o el déficit imparable.
Ha comenzado la campaña para las elecciones andaluzas y ya se han tirado más fuegos de artificios que en las Fallas. Que si Macarena es trianera y olé o que si las múltiples marcas de Podemos ni a tiempo llegaron para poder presentarse en forma. Cuatro años hace que Sánchez está en el Gobierno con su insomnio por Podemos y cuatro años de calamidades en España. Qué poco duró ese insomnio, tres días de estos cuatro años nada más.
Ahí tienen en Andalucía al primer Espadas del PSOE repitiendo como un mantra lo de la corrupción, pero sin decirnos qué haría por esta tierra o, lo que es más importante, qué no volverían a hacer ellos. Con lo que tienen los socialistas en su Debe de tantos altísimos cargos sentenciados y tantísimos otros cargos empapelados también. Socialistas, Ciudadanos, los de Vox o los del PP, que nos digan qué hacer para que sean por Andalucía libres España y la Humanidad.
Los candidatos podrían dejar de tomarnos a los electores por menores de edad y, por lo menos, ser consecuentes con sus posturas ahora que han hecho mayores de edad a las jóvenes. De candidato a candidato, «do ut des». Un poner, tú te comprometes a no pactar con Vox y yo obtengo de Sánchez que deshaga ese ya casi ente de razón que tiene por Consejo de ministros sacando a su oposición arrendada del mismo y rompiendo sus alianzas con los independistas porque ahí sí que hay extremismo, ya que se hace lo que ellos quieren o no se hace nada. Unos anti-OTAN y los otros, cansinos a más no poder. Un día sí y el otro también espiando a los chiquillos a ver si hablan castellano o inyectando su ideología en los libros de texto ¡Qué fastidiosos, qué tabarra, qué pesado karaoke!
Mientras, dos poblaciones entretenidas en cambiar el nombre de su fusión, La Concordia o Las Mestas. Y, ahora, a por el gentilicio, como si en Extremadura no hubiera otra cosa por la que empeñarse. Desde el desempleo atroz que allí reina golpeando a su población hasta los trenes que salen a la vía sin saber dónde y cuándo llegarán.
Pero ellos a lo suyo, a crear historia, aunque sus resultados presentes de Gobierno sigan amontonados de aquella manera en el vagón de cola.
Vámonos que nos vamos.