Cambio código penal por una ‘mani’

De verdad que esta semana quería hablar de nuevo sobre el ‘ coronavirus ’ porque, ciertamente, es preocupante el desarrollo exponencial que el mismo va cogiendo y pueden ser espeluznantes, por no decir otra cosa, los giros de babor a estribor, la apariencia de navegar sin rumbo, que da este gobierno de coalición que, por mor de Sánchez y sus alianzas, nos ha tocado vivir. Suben y suben las estadísticas, la mayor parte de infecciones procedentes del norte de Italia y de las comunicaciones que con aquella zona se han ido manteniendo sin control alguno y sin preguntar a nadie de los que allí viajaban o de allí venían, cuando los italianos ya habían puesto en cuarentena localidades enteras. Pero, en fin, había que llegar a la manifestación del 8 de marzo, signo y señal del poderío de la izquierda que no quiere compartir con nadie más y que, ya se vio el año pasado, hasta echó de la ‘mani’ a los partidos de centro y derecha, «tan insensibles ellos»… Todo por una manifestación, por una importante aglomeración de personas codo a codo que tienen que recorrer la calle con sus pancartas, que ya veremos cómo programan las aglomeraciones por otras zonas y en otras circunstancias. Con lo de las Fallas, Semanas Santas de Málaga, Sevilla, Zamora o Valladolid, Ferias de Primavera, el Rocío…

Pero lo que hay que hacer rápido, sin medidas cautelares previas, es modificar las leyes penales por mor de que la ministra del ramo de la Igualdad alienta que « sola y borracha quiero llegar a casa ». Al otro cogobierno, el del PSOE, que cuenta con varios juristas y donde hay tres Magistrados como titulares de distintos Ministerios, que alguna cultura de leyes han de tener, se le ha ocurrido, qué descaro, hacer ver a la ministra de Igualdad que esto de la modificación de las leyes no se hace porque se pueda sacar una pancarta más o menos vistosa en una manifestación.

Es ésta una cuestión en la que deben ponerse de acuerdo nuestros legisladores porque es común preocupación de los españoles. Tienen que darse la oportunidad de encontrar para ello las más amplias mayorías porque a todos, no a los votantes de un lado o del otro, a todos nos preocupa esto. Eso es cuestión de Estado, de su ética y de su moral.

Que caiga contra tamaños delincuentes, jóvenes o mayores, la mayor firmeza de la Ley con todas sus circunstancias, que alcance la norma su valor represivo, ejemplarizante, rehabilitador y de reinserción social para poder combatir con rigor entre otras cosas, todas esas execrables agresiones en grupo que desgraciadamente se ven cada día más en la sociedad y que, gran parte de ellas, por lo que nos cuentan los medios, son cometidas por jóvenes en grupo contra chicas en solitario ¿Le ha preguntado alguien a la ministra de Educación si tiene algo que decir la promotora de otra nueva ley socialista de Educación porque esos jóvenes exalumnos de sus antiguas leyes de Educación puedan actuar ahora de esa manera? ¿Qué ha fallado en este cambio constante de leyes de Educación? ¿Qué análisis y autocríticas se han hecho? Son muchas las cosas que ver por todos en una reforma legal de tal trascendencia.