El empleo es urgente

El empecinamiento de algunos políticos en torpedear la formación de un ejecutivo autonómico novedoso, que sea capaz de pasar páginas a casi 40 años de un único color, encuentra eco en las denuncias sobre esa etapa con más oscuros que claros. Pero el único objetivo es que empiece a trabajar para afianzar, cuanto antes, la puesta en marcha de iniciativas que son fundamentales para la reactivación económica de una comunidad autonómica tan castigada por el paro y la crisis. Por no hablar de una provincia como la de Cádiz. Los debates estériles y los juegos de pasillo en el Parlamento de Andalucía o en el, ahora inactivo, Congreso de los Diputados no deben servir de excusa para ocultar las negligencias o chapuzas que lastran la aplicación práctica de medidas tan necesarias como la ITI o que siente de una vez a los agentes responsables de poner en marcha el, eternamente retrasado, gran parque industrial que precisa la Bahía de Cádiz. Por no hablar de las grandes infraestructuras pendientes. Son esos dimes y diretes, esas guerras intestinas entre los grupos y entre los partidos los vuelven a bloquear aplicaciones presupuestarias y los cambios legislativos que traigan consigo un impulso esencial, al que tiene que asirse la provincia. La búsqueda de pactos de siglas que juegan al encuentro y al desencuentro, alianzas imposibles que anuncian demoras intolerables, nunca pueden ser freno a proyectos de fomento industrial o de obra pública que ya acumulan demasiada espera. La situación, en cuanto a desempleo, hace mucho que es desesperada y ya no tolera más demoras. Si, como plantea el peor de los escenarios, las elecciones generales deben repetirse o propician negociaciones de pactos interminables, la paralización se alargará más todavía ¿Qué dirán los que prefieren estos juegos políticos a los parados de la provincia que podrían conseguir un empleo con alguna de estas iniciativas que ahora se encuentran paralizadas? No podemos permitirnos más demoras. No podemos.