El Apunte
Empieza la temporada menos mala del paro
El descenso de marzo anticipa una buena temporada turística pero evidencia la dependencia del sector servicios en la provincia
La primavera, por definición, suele ser generosa en brotes verdes. En los reales y en los figurados. Cuando se habla de naturaleza y cuando se hace referencia a la economía. Cualquiera que se moleste en contemplar la progresión histórica de los datos del desempleo percibe una constante en el mercado laboral propia de estas fechas. Si la Semana Santa coincide, de forma íntegra en un mes, la tendencia se agudiza. El nuevo descenso del paro que ha encadenado la provincia es fruto del tirón que ha experimentado el sector servicios. Es la parte negativa, la dependencia de un sólo sector que decide con sus fechas, sus inicios y sus finales cual es el presente laboral de muchos miles de gaditanos.
Los contratos de Semana Santa y el inicio en algunas zonas de la temporada de playas (la apertura de hoteles en Chiclana, por ejemplo, ha sido muy precoz este año) han servido para ofrecer una imagen más amable del mercado laboral gaditano, pero los datos siguen siendo difíciles. La provincia ha reducido su contingente de parados en 1.584 personas durante el mes de marzo, pero la legión de desempleados que sigue apuntada en la lista de demandantes de empleo en el Servicio andaluz (SAE) aún es demasiado numerosa. La hostelería se mantiene fiel a la contratación, siempre a partir de primavera. Otra cosa es el tipo de contrato. La mayoría temporales. Pero no debemos lanzar las campanas al vuelo. La situación es aún demasiado complicada en esta provincia.
Empieza la mitad buena del año y resulta esencial saber lo grande que será la bajada. Trabajar para que la recaída sea cada vez más suave. Todo apunta a que durante los próximos meses, concretamente hasta septiembre, el paro gaditano irá rebajando su número, pero subirá de nuevo en otoño, una vez que haya finalizado la temporada de vacaciones. La industria es incapaz de generar empleo. No hay tejido capaz de absorber la mano de obra que se encuentra parada en estos momentos. Cabe recordar que la última Encuesta de Población Activa (EPA) todavía pone los pelos de punta con tasas de paro que rondan el 40%. Es un panorama demasiado difícil para ser entusiastas pero merece la pena aprovechar la inercia para buscar un alivio.