OPINIÓN

Yalda, la noche del perdón

Ver películas que se salgan de los cánones tradicionales y que nos acerquen a otros mundos u otras culturas es una de las opciones que nos da el cine

EDUARDO MOYANO

Ver películas que se salgan de los cánones tradicionales y que nos acerquen a otros mundos u otras culturas es una de las opciones que nos da el cine. A nuestras carteleras siempre nos ha llegado el cine de Hollywood incluso el francés y el ... nuestro, pero otras cinematografías han llegado con cuentagotas y habitualmente a las grandes ciudades. Si bien, los festivales ayudan a suplir la carencia de ese acceso a filmografías procedentes de cualquier parte del mundo son ahora las plataformas de streaming las que, de alguna forma, democratizan las posibilidades de acceder a otras cinematografías como la india, la coreana, la brasileña, la chilena o la iraní que tienen muchas cosas que contarnos y algunas tan sorprendentes como la que narra ‘Yalda, la noche del perdón’ que acaba de llegar a algunas salas, de algunas ciudades.

Se imaginan un reality show con público en directo, pausas publicitarias y algunas invitadas, decidiendo sobre la vida o la muerte de una condenada. Pues es lo que ocurre en este filme iraní, basado en hechos reales. La película nos muestra los entresijos de un programa de televisión, con todo lo que se cuece detrás de las cámaras, pendientes, como están de que las dos invitadas principales intervengan. Una es la hija de la víctima, la otra está en prisión acusada de matar a su marido, aunque fuera de forma accidental. En manos de la primera está la decisión final. Perdonarla o decidir que el proceso continúe y acabe siendo ajusticiada. Para dar más emoción a esa propuesta los millones de espectadores que siguen el programa ,con sus SMS contribuirán a que los patrocinadores paguen total o parcialmente la indemnización que debe recibir la hija de la víctima, si la condenada es perdonada.

Nos parece incomprensible que estas situaciones se produzcan y que sean millones de personas las que sigan este tipo de programas. Bertrand Tavernier, el cineasta francés fallecido hace unos meses, fue premonitorio cuando, en 1980 ,estrenó ‘Muerte en directo’, que contaba como una cadena de televisión ofrecía a una mujer, a la que quedaban pocos meses de vida, rodar la evolución de su enfermedad y su agonía definitiva. Aquello nos parecía una ficción distópica pero cuarenta años después asistimos a través de los reality a espectáculos lamentables y en el caso extremo de Irán a un programa en que se decide la vida o la muerte de una persona. ‘Yalda, la noche del perdón’ muestra como esa ficción de los ochenta se ha convertido en realidad y trata de ser una reflexión sobre la televisión desde una perspectiva critica, incluido con lo que ocurre detrás de la cámara. Un espectáculo que siguen millones de personas aunque se decida si una persona debe vivir o morir.

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