Vivir cada día en la Cañada Real
La Cañada Real es una zona marginal de Madrid, situada en la carretera de Valencia, donde viven más de ocho mil personas.
![Eduardo Moyano: Vivir cada día en la Cañada Real](https://s2.abcstatics.com/media/opinion/2021/04/05/v/primaveraok-kE1C--1248x698@abc.jpg)
La Cañada Real es una zona marginal de Madrid, situada en la carretera de Valencia, donde viven más de ocho mil personas. La barriada, pésimamente urbanizada, con chabolas y precarias edificaciones , fue noticia nacional durante el mes de enero cuando familias enteras denunciaron falta de ... suministro eléctrico durante la ola de frio que se abatió sobre la Comunidad de Madrid, el pasado mes de enero, soportando las bajas temperaturas y la falta de agua caliente. Pero a la Cañada Real también se la ha asociado, desde hace muchos años, con el tráfico de drogas, algo que si ha quedado demostrado, pero por encima de la delincuencia hay muchas familias que intentan vivir dignamente y sacar adelante a los suyos.
Es la historia de los protagonistas de ‘La última primavera’, de Isabel Lamberti, una cineasta de orígenes españoles, nacida en Alemania y residente en Ámsterdam que, en su ópera prima se ha ido hasta la Cañada Real para contarnos la historia de una familia, los Gabarre-Mendoza, que llevaban veinte años viviendo en la barriada, hasta que la piqueta hizo caer la pequeña vivienda que ellos mismos habían construido. Fueron realojados, pero atrás dejaron sus recuerdos y sus vivencias. La historia, una ficción con tono documental, hace que el espectador se involucre y se convierta en uno más de los protagonistas. El interés de Isabel Lamberti surgió durante una de las visitas a su abuela madrileña y cuando vio en la televisión noticias sobre la Cañada. Como su abuela le dijo que no era una zona para visitar hizo todo lo contrario y dirigió primero un corto y posteriormente este largometraje .
Isabel Lamberti, que consiguió con ‘La última primavera’ el premio a la mejor dirección novel, en el último festival de San Sebastián, recrea hechos vividos por actores no profesionales. La familia protagonista nos trasmite su día a día. Los problemas de cualquier familia, las relaciones de pareja, el trabajo, pero también las fiestas, la relación con los vecinos o la preocupación por tener que abandonar la casa en la que han residido toda su vida y que ellos mismo construyeron.
Una familia que muestra por encima de todo una enorme dignidad y que ha vivido libre, sin ataduras, lejos del bullicio de la ciudad. Se sienten profundamente libres en el espacio que han construido con su esfuerzo y les cuesta dejar atrás todas esas sensaciones que les trasmite la memoria.
Isabel Lamberti consigue que la Cañada Real deje de ser invisible para todo aquel que se acerque a la realidad que nos muestra ‘La última primavera’.