OPINIÓN

Una noche para el recuerdo

Las dos cintas que han conseguido dos de los principales premios, “Las niñas”, Goya a la mejor película y “Adú” , a la mejor dirección, nos hablan de niñas y preadolescentes

EDUARDO MOYANO

Las dos cintas que han conseguido dos de los principales premios, “Las niñas”, Goya a la mejor película y “Adú” , a la mejor dirección, nos hablan de niñas y preadolescentes. ¿pero que gran diferencia, entre unas y otros? Mientras las niñas de Pilar Palomero tratan ... de asentarse, superar los acosos y las dudas y en definitiva ir asumiendo los problemas propios de la sociedad occidental; los protagonistas de Adú, de Salvador Calvo tienen un solo objetivo: sobrevivir.

Estamos en un mismo planeta, pero los problemas de ese mundo que se califica en desarrollo, y que es un término que escucho desde mi infancia, no tienen nada que ver con las preocupaciones y zozobras que vivimos en la Europa rica. “Adú” visibiliza a los inmigrantes, a los refugiados, a quienes buscan salvar su vida y lo hace de una manera directa, sin ambages, pero, al mismo tiempo, mantiene una gran fuerza narrativa y una muy cuidada puesta en escena. Los niños de “Adú”, y de toda África están representados en el Goya a mejor actor revelación para Adam Nourou. Fue uno de los momentos emotivos de la noche por la alegría desbordante del premiado, entre los saltos de sus amigos. Adam recibió uno de los cuatro premios que obtuvo la película, los mismos que “Las niñas” . Adam, francés de 18 años, entrará en la historia como el primer actor negro que gana un Goya. Una noche que también ha supuesto que una mujer, Daniela Cajías ganase el Goya a la mejor fotografía por “Las niñas”, película que también obtuvo los Goya a dirección novel y guion original.

También fue la primera vez que vimos un escenario repleto de pantallas, con los nominados pendientes del desarrollo de la gala. Todos lejos del teatro Soho de Málaga, en sus casas o en hoteles, atentos a los profesionales de primer nivel que anunciaban los galardones en las diferentes categorías. Fue una gala a la que no faltó ni sobró nada. Antonio Banderas, acompañado por momentos de María Casado, fue el anfitrión perfecto. No fue una noche para la broma y el jolgorio, fue una noche para el respeto y el amor al cine que tanto nos ha acompañado en este largo año. Aunque las salas estén casi vacías y ojalá vuelvan a llenarse pronto, las películas no han dejado de estar cerca de nosotros y nos han permitido, durante un par de horas, olvidarnos de todo y disfrutar y sentir con las historias que nos narraban.

El cine, las imágenes en movimiento forman parte de nuestras vidas y como recordó Antonio Banderas donde se asienta ahora el Teatro Soho estuvo el primer cine de Málaga, el cine Pascualini que se fundó en 1907. Fue dos veces destruido, por la guerra y posteriormente un incendio, pero volvió a levantarse. Una metáfora que para Banderas coincide con el momento que estamos viviendo. El cine resiste y volverá a levantarse. Traerá nuevas películas, nuevas historias, nuevos cineastas que recogerán en mano los premios. Esta vez les llegarán por mensajería, entre ellos el que recibirá Mario Casas, primera nominación y primer Goya al mejor actor protagonista por “No matarás”; el mismo galardón que recibió en el apartado femenino Patricia López Arnaiz por “Ane”, una de las películas de la noche ya que Jone Laspiur también se llevó el Goya a la mejor actriz revelación y su director David Pérez Sañudo, el de guion adaptado.

“Akelarre”, “La boda de Rosa”, “El año del descubrimiento”, “Sentimental”, tampoco se fueron de vacío y Angela Molina recibió el Goya de Honor de uno de sus directores de referencia, Jaime Chávarri. Fue la única premiada en el escenario, la que recordó a sus padres, a Antonio Molina que actuó en el mismo escenario donde ella recibió el premio. Fue protagonista de la noche, junto al recuerdo a Berlanga en su centenario, los apoyos al cine español de profesionales de todo el mundo o las canciones llenas de nostalgia y de belleza que interpretaron cuatro mujeres Nathy Peluso, Vanessa Martín , Diana Navarro y Aitana.

Ojalá el año que viene los premios “Goya”, vuelvan a ser presenciales pero que la ceremonia mantenga un tono tan equilibrado y elegante como la de este pasado sábado.

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