Juan Antonio Bardem
Berlanga entendía la crítica desde el humor y el sarcasmo; Bardem quería ser más directo y dramático
Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem estudiaron juntos en la Escuela Oficial de Cinematografía y juntos hicieron su primera película, “Esa pareja feliz”. El primero nació en 1921 y el segundo un año después, motivo por el que se conmemora su centenario. Fueron inseparables ... en aquellos años de estudio, pero pronto tomaron caminos muy diferentes después de escribir a seis manos el guion de “Bienvenido Mar. Marshall”, porque también participó Miguel Mihura.
Berlanga entendía la crítica desde el humor y el sarcasmo; Bardem quería ser más directo y dramático en sus planteamientos opuestos al régimen.
Juan Antonio Bardem siempre fue un convencido comunista y en momentos lo pagó con la cárcel durante el régimen franquista que también se ocupó de censurar muchas de sus películas, aunque a pesar de todo nos ha dejado auténticas obras maestras como “Muerte de un ciclista” o “Calle Mayor”, neorrealismo a la española ,en la que subyace una feroz critica a la burguesía.
Como los grandes cineastas italianos, Bardem buscó reflejar lo que ocurría en su país con los títulos antes citados o “La venganza”, un drama rural, que esconde una apuesta por la reconciliación nacional cerrando las heridas de la guerra, algo que como es sabido no ocurrió.
Tuve ocasión de entrevistar a Juan Antonio Bardem en muchas ocasiones y estoy convencido de que uno de los trabajos en los que se encontró más a gusto fue la serie que hizo sobre Federico García Lorca en Televisión Española. Fue una enorme satisfacción para él porque admiraba profundamente al poeta de Granada.
Para Televisión Española dirigió también uno de los capítulos de la serie “La huella del crimen” , concretamente el dedicado a José María Jarabo, un famoso asesino de la alta sociedad madrileña que mató a cuatro personas en los años cincuenta del siglo pasado y acabó siendo ajusticiado. Jarabo estudió como él en el colegio del Pilar, regido por los marianistas
Otro de los momentos que vivió intensamente Juan Antonio Bardem fue la matanza de Atocha de 1977 en que varios compañeros de Partido murieron asesinados por pistoleros de extrema derecha. Bardem no lo dudó y enseguida quiso dejar testimonio de aquellos crímenes en “Siete días de enero” que no deja de ser un documento impagable de aquellos sucesos.
La última vez que lo vi fue en 200O en la Mostra de Cine Latinoamericano de Lleida, de la que fue jurado. Al regreso volvimos en el mismo tren y charlamos durante el viaje de algunos amigos comunes y de la candidatura de su sobrino Javier al Oscar por su papel en “Antes de que anochezca”. Recuerdo que como ni él ni su mujer, eran muy amigos de las comidas preparadas en los trenes llevaban su tartera con tortilla, jamón y algún queso regado con media botella de vino de Rioja. Se mostró campechano y abierto fuera de micrófonos y la última imagen que tengo de él y de su mujer fue cuando los ayudé con sus maletas a descender del tren. Dos años después falleció en Madrid. Su centenario puede ayudar a las nuevas generaciones a conocer sus películas y la personalidad de uno de los grandes de nuestra cinematografía.