Eduardo Moyano
Las guerras
Esta semana se ha estrenado Hive (Colmena) que, por desgracia, llegará a muy pocas salas y habrá que recurrir a plataformas como Filmin o la recientemente creada Acontra+
Nadie puede sustraerse a lo que está ocurriendo en Ucrania. Nuevamente vemos los horrores de la guerra en la sala de estar, pero en esta ocasión la crueldad de la guerra está mucho más cerca de nosotros. La invasión de Rusia, no por esperada, está ... destrozando un país, una sociedad que no se diferencia de la asentada en cualquiera de los países miembros de la UE. Hay ya cientos de miles de refugiados, habrá millones de personas que han perdido todo y solo contarán con la solidaridad de otros seres humanos que siguen con estupor e incertidumbre las noticias que se han adueñado de nuestras casas.
No hace muchos años, en los noventa, los Balcanes vivieron sucesivas guerras que plagaron de horror y muerte diferentes zonas de la antigua Yugoslavia. Algunas películas se han hecho sobre el tema, por ejemplo y sin ir más lejos ¿Quo vadis, Aida?, muy premiada en 2021, que trata de la inacción de los cascos azules en Srebrenica ante los desmanes del ejército serbio. Esta semana se ha estrenado Hive (Colmena) que, por desgracia, llegará a muy pocas salas y habrá que recurrir a plataformas como Filmin o la recientemente creada Acontra+ que incluyen este tipo de cine fuera del circuito más comercial.
La acción se sitúa en un pequeño pueblo de Kosovo que trata de curar las cicatrices de la guerra que sigue muy presente entre los habitantes, sobre todo las mujeres que buscan a sus maridos o sus hijos desaparecidos, de los que no saben nada desde varios años atrás. En una sociedad paternalista los pocos hombres que quedan marcan las reglas. Las mujeres como Helena tienen como única misión esperar el regreso de Ulises, aunque este nunca se produzca.
La kosovar Bierta Basholi, en su debut, ganó en Sundance los premios de mejor película, directora, público y actriz protagonista para una sorprendente y excelente desconocida, Yilda Gashi. Hive construye una historia profundamente humana con una mujer de mediana edad que no se queda con los brazos cruzados esperando ese regreso y decide emprender un pequeño negocio para subsistir. Solo el hecho de que aprenda a conducir encuentra el rechazo de todos los hombres, que cuestionan sus viajes a la ciudad. Muestra una enorme serenidad al mismo tiempo que una gran determinación para superar todas las dificultades y desprecios a los que es sometida por unos hombres que, como los zánganos, se agolpan en el interior y en las puertas de la taberna mientras ella trabaja incansablemente como las abejas de sus colmenas.
No renuncia a continuar buscando a su marido ni en animar a otras mujeres en su misma situación para que dejen atrás sus prejuicios y puedan trabajar. Hive está basada en hechos reales y muestra la rebeldía de un grupo de mujeres, que voltearon la actitud de una sociedad anclada en el pasado y supieron restañar sus heridas gracias al valor y la autoestima. Una de esas películas que no deben pasar desapercibidas porque ahondan en la condición humana por encima de todas las guerras.
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