Eduardo Moyano
Espías que no sólo surgen del frío
En las películas de espías hay un equilibrio permanente entre la inteligencia y la fuerza que animan al espectador a seguir enrevesadas tramas y persecuciones interminables
El cine de espías es un subgénero al que no se rindió ni el mismísimo Alfred Hitchcock. Títulos como ‘39 escalones’, ‘Encadenados’, ‘Con la muerte en los talones’, ‘Cortina rasgada’ o ‘Topaz’ se inscriben en ese cine que refleja las precauciones de Occidente ante el ... progresivo avance de la URSS, ambientadas por tanto en la posguerra de la II Guerra Mundial y en particular en los años sesenta con la llamada Guerra Fría.
El mundo del espionaje lo apreciamos en la saga James Bond, cuya última entrega la tenemos actualmente en cartelera, o también en una serie de películas basadas en obras literarias, con John Le Carré y Graham Greene entre los autores más celebrados y con sus narraciones literarias adaptadas a la pantalla, porque siempre ha interesado el ingenio, la astucia y la determinación de los agente secretos.
En las películas de espías hay un equilibrio permanente entre la inteligencia y la fuerza que animan al espectador a seguir enrevesadas tramas, persecuciones interminables y capacidad de seducción de los hombre o mujeres que ejercen el oficio del espionaje.
No solo la guerra fría sino cuestiones que nos han preocupado a nivel global en los últimos cuarenta años como Irak (‘Argo’), la búsqueda del terrorista más famoso Osama Bin Laden (‘La noche más oscura’); o la guerra contra el narcotráfico (Sicario) han tratado de desentrañar los entresijos de las grandes agencias de la inteligencia mundial y como se han solucionado entre bambalinas algunas espinosas cuestiones que ponían en peligro la seguridad mundial.
Esta misma semana ha llegado a las carteleras ‘El espía inglés’ que relata la influencia decisiva que tuvo un ciudadano británico para evitar una guerra atómica en 1962,entre el EEUU de John F. Keneddy y la Unión Soviética de Nikita Jrushchov, lo que sin duda hubiese supuesto la muerte de millones de personas en todo el planeta.
La película, recupera el cine clásico de espías, para contarnos una historia basada en hechos reales y contarnos como ese ciudadano británico, en connivencia con un alto cargo soviético, logró abortar la llamada crisis de los misiles en Cuba que hubiese supuesto el fin de gran parte de la humanidad.
Una película cuya trama se desarrolla durante los años sesenta del siglo pasado en que se siente la tensión y el temor que viven los protagonistas y que nos hace preguntarnos si situaciones como las que viven no se producen en el mundo actual. Creo que aquellos momentos de tensión e incertidumbre no están muy alejados de lo que ocurre en la actualidad.