Fernando Sicre

«Donde se puedan» tras la crisis

Manifiesta el árbitro que ha dictaminado el laudo, que los sueldos deben comenzar a subir «donde se puedan» tras la crisis

Fernando Sicre Gilabert

Manifiesta el árbitro que ha dictaminado el laudo, que los sueldos deben comenzar a subir «donde se puedan» tras la crisis. También ha dicho a colación con la huelga de vigilantes de seguridad en el Prat, que hay que regularlas. Poco dice el laudo que no haya sido dicho con anterioridad en la mediación anterior. Pero sí hay dos cuestiones a resaltar: Primera, su dimensión como «pacto de paz» o «deber de paz», o sea, las partes no deberán adoptar nuevas medidas de conflicto y huelga relacionadas con las materias objeto del laudo y segunda, revocar las sanciones a trabajadores que presuntamente incumplieron los servicios mínimos. Sobre esto ha manifestado el Sr Peña que «ningún despido es caprichoso», pero lo que «intento es que el conflicto se resuelva» y sigue manifestando, «no doy la razón a los sancionados, pero tengo que evitar que se prolongue la huelga» y apuntilla, «soy consciente de que obviamente puedes rozar la injusticia». Precisamente por todo ello, el laudo no es jurídico y sí de equidad. La solución a través del laudo debe fundamentarse en la equidad y no en razonamientos jurídicos de interpretación del Derecho existente. En el ámbito laboral, los laudos tiene un claro reflejo en el procedimiento y en los contenidos de la negociación colectiva, basado en el equilibrio ente las posiciones negociadoras de las partes y en los contenidos de su regulación sobre la base de que los principios más razonables de la justicia son aquellos que serían objetos de acuerdo mutuo entre personas sujetas a condiciones equitativas.

Escasamente hace doce meses, Aena sacaba a concurso tres lotes para contratar el personal de los arcos de seguridad de los aeropuertos. El de El Prat fue ganado por la empresa Eulen. Anteriormente había prestado el servicio la empresa Prosegur. La nueva empresa subrogó el personal que venía prestando servicios y contrató más plantilla, generando una doble escala salarial entre los 350 empleados. Se respetaba lo que venían percibiendo y por lo tanto «objeto de subrogación salarial» y a las nuevas contrataciones se les aplica el convenio colectivo sectorial. El objeto de la huelga queda circunscrito básicamente a las connotaciones salariales. Eulen consiguió el contrato bajando un 2% el importe de la anterior, por lo que no puede considerarse una bajada temeraria.

La parte crucial del laudo consiste en una subida de 200 € mensuales en doce pagas anuales, quedando circunscrito exclusivamente al ámbito del conflicto, o sea, a la prestación de servicios de vigilancia y seguridad en El Prat. Dichos 200 € son calificados como complemento de puesto de trabajo, para todos los trabajadores, pero que absorbe a los anteriores de puesto de trabajo y de puesto de trabajo en AENA, que eran devengados con anterioridad, por los trabajadores de Prosegur y ahora lo eran los de Eulen, que habían sido subrogados. Como quiera que dichas cantidades superan en algo el importe de 200 €, dichas cantidades serán percibidas en la práctica por los trabajadores que fueron contratados ‘ex novo’. El árbitro ha decidido aplicar la máxima de «igual trabajo, igual salario». Bien, ahora, la máxima se intenta extender por los sindicatos a todos los trabajadores del sector. De ahí el anuncio de movilización en todo el sector.

Viene a colación el núcleo del problema con la igualdad, el igualitarismo y la falsa premisa de que en España haya más desigualdad. La desigualdad ha sido utilizada para atacar la libertad individual, abanderado por el injusto por antonomasia igualitarismo, pretendido por la retrograda izquierda española, ‘extractiva’ donde las haya. Ante la imposibilidad de justificar que el capitalismo empobrece a los pueblos, demostrado empíricamente desde la revolución industrial, se acude a trasladar la noción de que el capitalismo es peligroso porque fuerza situaciones desiguales. La recomendación socialdemócrata a favor del intervencionismo, consiste en que la desigualdad se mueva dentro de unos límites razonables. Concepto indefinible por naturaleza. El ‘coletas’ acredita rentas por ciento y pico mil largos € en su renta. Seguro que para él, entra dentro del término de la razonabilidad.

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