OPINIÓN
Declaración de intenciones
Los proyectos y la divulgación de la Zona Franca son esenciales para la economía de toda la provincia
Tiene mucho de simbólico presentar un futuro contenedor de empresas en esta comarca y en los tiempos que corren. Simplemente, porque supone una declaración de intenciones. Viene a decir que los promotores del espacio entienden que hay distribuidoras de servicios o empresas necesitadas e interesadas, ... que hay actividad para dotar de sentido y contenido ese lugar que acaban de ofrecer. Eso es lo que sucede en la Zona Franca de Cádiz. El Consorcio es uno de los pocos motores fiables que le quedan a la economía empresarial e industrial de toda la Bahía de Cádiz y el hecho de que presente una novedad futura, la primera de la nueva etapa, supone una declaración de intenciones, un pequeño golpe en la mesa, un ejercicio de confianza en el presente y en lo venidero.
Pero, para que sea efectiva y real, esa muestra de fe en la recuperación económica debe tener continuidad. La nueva delegada del Estado para el Consorcio de la Zona Franca asegura con optimismo que este paso sólo es el primero de muchos. De hecho, se ha marcado como reto y objetivo la definitiva consecución del viejo anhelo que supone la reforma integral del polígono exterior, esa amalgama de naves que alguna vez ha sido definida con acierto, incluso institucionalmente, como «chabolismo industrial». Haya o no síntomas de mejoría en lo financiero, en lo económico, es buena idea prepararse, mantener el rumbo firme y los remos activos para que, cuando cese la tormenta política y haya estabilidad al frente de las instituciones públicas, la nave colectiva avance a ritmo constante y, sobre todo, esté en disposición de recuperar una velocidad de crucero que consiga crear y repartir riqueza.
Esa sensación es también el objetivo del encuentro que se celebra mañana en el edificio Heracles del recinto interior de la Zona Franca, presidido por la propia delegada especial del Estado, Victoria Rodríguez. La intención primera es difundir y divulgar las ventajas que Zona Franca ofrece a las empresas para que éstas sean más competitivas. De la suerte de este empeño dependen mucho los números con los que Cádiz tendrá que lidiar dentro de unos pocos años. Apenas hay más velas para mover la ciudad que el puerto y la Zona Franca. El resto es administración y servicios. Por tanto, de la suerte de este negociado depende mucho la de todos los demás.