La Voz de Cádiz
Las cuentas de la lechera
Después de amagos y promesas, el presupuesto municipal puede quedarse en una mera prórroga
Ha ocurrido de nuevo. Pero esta vez, la decepción es mayor porque el nuevo gobierno municipal aseguró que no volvería a producirse. El Ayuntamiento de Cádiz se enfrenta al riesgo más que cantado de que las cuentas municipales, los presupuestos de la administración local, queden prorrogados, sin cambios ni con directrices que puedan aplicar las prioridades de los nuevos gobernantes. Tras muchos amagos, tras las promesas de acuerdos, tras los cuentos de la lechera de hoteles vendidos y decenas de millones ingresados, al final lo que quedará será una prórroga que llegará con el año entrado, sin apenas margen de maniobra. El alcalde gaditano, José María González, estaba en la obligación de pisar el acelerador de la gestión, de mostrar que aún tiene cintura para negociar y pactar, que es capaz de elaborar unos nuevos presupuestos para llegar al ecuador de su mandato con algo más de crédito el próximo 13 de junio. Las cuentas prorrogadas pueden ser un fracaso sin paliativos, que no se podría achacar a ningún complot periodístico ni a las oscuras fuerzas del mal interplanetarias. Sería un fiasco redondo y completo, responsabilidad única de los primeros responsables. Los dirigentes municipales lo saben, con el agravante de haber incluido unos ingresos que eran muy dudosos y finalmente no llegarán. Hablamos, nada menos, que de una docena de millones de euros que ahora se echarán de menos en cada servicio, en cada rincón de la administración municipal.
El alcalde y su mano derecha, David Navarro, consagran todas sus esperanzas a unas negociaciones con el PSOE que siempre se han mostrado inciertas. Los ciudadanos, la oposición, las empresas, los bancos no se fían de las palabras. Quieren hechos. Y llevan demasiado tiempo esperándolos. La redacción de un nuevo presupuesto para un gobierno en minoría no es tarea fácil. La fuerza clave de la oposición, los socialistas que pueden ser la llave para que ese proyecto salga adelante, siempre se han mostrado muy críticos con el borrador. Lo calificaron de oscuro e irreal. Lo peor es que el tiempo les ha dado la razón. Tanto el gobierno municipal como el grupo del PSOE tienen la obligación de un entendimiento que no desean por más que lo necesiten los gaditanos. Sería bueno que fuera cierto porque sólo a través del entendimiento puede darse el paso fundamental de contar con un nuevo presupuesto municipal. Los egos y el orgullo deben quedar a un lado. Pero puede ser tarde para eso.