El Apunte - OPINIÓN
Cruceros a toda máquina
Los datos facilitados ayer por la Junta hablan de un gran crecimiento en Cádiz. Hay que cuidarlo
La Bahía de Cádiz ha podido comprobar de forma satisfactoria que la llegada de grandes cruceros es un filón económico que está por explotar. Se trata de un sector que deja en la provincia algo más de 30 millones de euros, una cantidad aún pequeña si tenemos en cuenta el potencial de Cádiz como destino turístico. Está entre las siete mejores ciudades de España en los números de este apartado. La segunda de toda Andalucía. El resto de capitales cruceristas por encima son, además, o grandes urbes (Barcelona, Valencia, Málaga...) o capitales insulares.
Esa pujanza es una de las conclusiones que dejan los datos facilitados ayer, a bordo de un catamarán para dar mayor ambiente, el consejero de Turismo de la Junta de Andalucía. Cádiz ha duplicado e diez años la entrada de cruceros en su puerto. Según los datos que maneja la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, desde 2012 y sin retroceso en más de cinco años, las escalas han llegado a superar las 300 , una cifra impensable hace sólo una década, cuando este sector era tan sólo una promesa.
A pesar de ser buenas cifras, las de los últimos dos años son ligeramente inferiores a las registradas a las del lustro precedente. Es decir, hay un leve estancamiento dentro del asombroso crecimiento. La línea de subida de los gráficos se vuelve recta cuando era una flecha hacia el cielo que, obviamente, tampoco podía subir sin cesar hasta el fin de los tiempos. Con prudencia y satisfacción, estos números obligan a reflexionar sobre un valor económico emergente que aún está por explotar del todo.
La entrada de cruceros en la Bahía tiene dos vertientes para la economía local, por un lado, lo que dejan los cruceristas en sus paseos por la ciudad, y por otro, también relevante, el valor añadido que aporta la reparación de estos barcos en el astillero de Navantia . Para botón, una muestra. El primer crucero que fue reparado con su pasaje y tripulación a bordo, en unas horas de esta pasada semana, como si fuera un remedo de la entrada en boxes de un bólido de Fórmula 1.
Esta nueva vía económica que se abre para la Bahía obliga, sobre todo, a cambiar el paso a empresarios y políticos. Lo apuntó el propio consejero de Turismo al detallar los nuevos números. Se trata de distinguir lo mucho que se ha hecho bien de lo que no, para corregirlo y seguir.
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