Cosas que se rompen

Cuando en la última sesión de investidura subió Adriana Lastra a la tribuna de oradores apareció claramente el diagnóstico de una de las cosas que se había roto

Francisco Apaolaza

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Hay una parte de España que siente que España nace y hay otra España que siente que España se rompe. Es posible que las dos tengan razón a la vez. La España primera que ha ganado las elecciones cree que no se ha ... roto nada por el hecho sencillo de que no han escuchado el ruido, pero a veces, las cosas se rompen sin sonar, como si se deshicieran. A mí mismo en unos sanfermines se me destrozó una mano al paso de los toros por la Cuesta de Santo Domingo y necesité dos cervezas, unas manitas de cerdo de Marcelo el de la Mandarra, un café y un gintonic para darme cuenta de que tendría que pasar por el quirófano dos veces. Por ahí camina una España descalcificada, de hueso esponjoso, cansada y gastada, siempre al borde de la fisura, que últimamente siente pinchazos en alguna parte nueva del cuerpo y no sabe cuál es. A algunos les duele España de pura esperanza y a otros traicioneramente les rabia cerca de la ley, en alguna parte entre la moral, el honor, que son órganos misteriosos.

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