El Apunte
Contundencia de verdad ante los narcos
Los órganos judiciales lanzan un grito de socorro ante la sobrecarga y saturación de asuntos sobre narcotráfico que se les está acumulando
Desde hace meses, bueno en realidad años, en esta provincia no pasa una semana sin que no tengamos alguna noticia relacionada con el mundo del narcotráfico . Cádiz, por su situación geográfica, a escasos quince kilómetros de Marruecos, y al albergar uno de los ... mayores puertos de Europa, es evidentemente entrada de oportunidades pero también de droga. Esa es la realidad. Así lo demuestran las numerosísimas investigaciones abiertas, los últimos operativos policiales, las imágenes de las ‘ gomas ’ desafiando el Estrecho. Y la batalla contra esta lacra, cuyo tráfico es el primer paso para destruir vidas en la droga, continúa. Pero esta lucha no puede ser solo policial aunque se creen nuevas unidades específicas y especializadas para combatirlo. Eso está muy bien, pero la acción no puede quedar solo ahí. Se pueden hacer decenas y decenas de detenidos que si luego no hay una respuesta judicial no servirá de nada. Saldrán igual que como han entrado y la sensación de impunidad será todavía mayor. Y peor.
La fiscal jefe antidroga de Cádiz, Ana Villagómez, lleva años dedicándose a dirigir desde el Ministerio Público este tipo de procedimientos. Y sus palabras hoy en este periódico sobre cómo está la situación son verdaderamente preocupantes. En la provincia de España donde actualmente más duramente están atacando los narcos, la nuestra, Cádiz, no hay ni jueces ni fiscales suficientes para hacer que los que delinquen, los que se empecinan en seguir traficando, vayan a la cárcel. Así es. Cada vez hay más causas y además son más complejas (droga, blanqueo, armas, cohecho...), sin embargo, los medios prometidos no llegan. Los diferentes ministros que han girado visita por el Campo de Gibraltar muy preocupados y ante el foco mediático prometieron soluciones, «acciones conjuntas», dijeron. Pero la situación sigue siendo crítica. Y esto tiene sus consecuencias. La ley manda y si hay retrasos en juzgarlos las penas se minimizan. Y si alguien no puede atender requerimientos de investigaciones, éstas no se harán. Así que alguien tendrá que abrir los ojos a la realidad, dejar las palabras y pasar de verdad a la acción.