Nandi Migueles Santander - OPINIÓN
Un concurso para la historia
Hoy en día la gloria se la llevan las comparsas y sus comparsistas. Los coros y sus coristas siempre quedan en un segundo orden
No he parado de leer y de escuchar esta frase desde que se anunció de forma muy rimbombante en todos los medios mundiales, la participación en nuestro certamen de todas las comparsas punteras habidas y por haber de nuestro carnaval de Cádiz y que hace que se lo denomine así de contundente: Un Concurso para la historia. La vuelta de todos los grandes nombres de la modalidad hace que este año, y es de honesto reconocerlo, sea un concurso muy atractivo y competitivo entre estas agrupaciones, pero hay otro motivo que lo hace más histórico, los coristas. Han sido cuatro coristas los que han sido galardonados con el antifaz de oro, Willy Olmedo, Antonio Rodríguez ‘el Maera’, José Manuel García ‘el Crui’ y Eusebio Torres ‘Peyo’ todos ellos en el apartado de componentes, sin olvidar como no, al gran Sheriff como autor de coros también. Cuatro coristas que llevan tantos años como experiencias vividas en el Concurso. Hoy en día la gloria se la llevan las comparsas y sus comparsistas. Los coros y sus coristas siempre quedan en un segundo orden. A los coros se les agasaja más en la calle que en el teatro y que por la prensa. Me parece muy bien que se venda el concurso a bombo y platillo con el regreso de tan buenos grupos y autores, y sobre todo que la modalidad está al completo. Pero la verdad es que la historia de este concurso la han hecho los coros. A la muerte de Franco fue un coro el que protagonizó el renacer del Concurso en democracia, Los Dedócratas. Fueron coros los que se atrevieron a innovar la forma de actuar: El Callejón de los Negros, Entre Pitos y Flautas, Titirimundi. Fue un coro el que puso el punto inicial de verdad a los grandes montajes espectaculares y de escenografías y que hoy en día llevan casi todas las agrupaciones, La Máquina…
A los coristas se les deben de dar su sitio en un lugar privilegiado de este Concurso y no pueden ser eclipsados por ninguna otra modalidad, al menos que se les trate igual que a las demás. Las letras, músicas, y grupos de los coros no tienen nada que desmerecer a las de ninguna comparsa gloriosa. El coro es la esencia del carnaval y el Señor del carnaval es su Tango, le pese a quien le pese.