Colaboración y contundencia contra el virus
Medidas como prohibir el botellón y limitar el ocio nocturno son necesarias vista la cantidad de rebrotes que sufre la comunidad
Reunión de alcaldes andaluces con Juanma Moreno
Hay imágenes que nos está dejando el coronavirus que no sospecharíamos haber visto nunca. Familiares visitándose desde el balcón, comidas de amigos en las que nadie se toca y miles de paseantes con mascarilla son la consecuencia de la peor pandemia que ha sufrido España ... en el último siglo. En Andalucía esas duras imágenes han tenido su reflejo, aunque ayer también pudieron captarse unas instantáneas esperanzadoras que hace un año hubiéramos pensado que eran imposibles. Y fueron las fotografías de los distintos alcaldes andaluces, con independencia de su partido político, conversando animadamente con el presidente de la Junta, Juanma Moreno, para buscar soluciones coordinadas al Covid-19 que antepongan el interés ciudadano a las estrategias electoralistas.
Lo cierto es que desde el inicio de la crisis del coronavirus, la Junta ha priorizado la practicidad y la búsqueda de soluciones a enfrentamientos estériles. Es por eso de destacar que lo primero que hiciera ayer el presidente fuera agradecer a los ayuntamientos su colaboración y su lealtad institucional, sabedor de que no es éste el momento de ponerse a ajustar cuentas. Y también que se consensuaran soluciones al problema de los rebrotes, que están dejando en una situación comprometida la recuperación en Andalucía, si bien la región sigue siendo una de las que mejor está capeando el tsunami del coronavirus.
La prohibición de los botellones es una medida valiente y que dota de seguridad jurídica a lo que muchos ayuntamientos llevan días o incluso semanas proponiendo. El ocio nocturno y la necesidad de los jóvenes de confraternizar no pueden anteponerse a la salud de toda la población incluida, obviamente, la de los familiares de los propios adolescentes que se dan cita, botella en ristre, hasta altas horas de la madrugada y sin respetar las normas básicas de seguridad. El siguiente paso, ya lo han advertido, es buscar fórmulas para limitar el resto del ocio nocturno.
El reto al que se enfrentan tanto la Junta como los distintos ayuntamientos andaluces es monumental. En el horizonte aún no se columbra el fin de esta crisis sanitaria y no se puede condenar al sector de la hostelería, el que más ha sufrido las consecuencias de la pandemia y un motor imprescindible en la economía andaluza en general y gaditana en particular. Los pasitos prudentes y consensuados pueden ser una vacuna social que contribuya a que nos mantengamos lo más enteros posible.
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