El Casino Gaditano, en el aire
Su uso futuro está en manos del Ayuntamiento de Cádiz, que debe apostar de verdad por los emprendedores que allí trabajan
En la ciudad de Cádiz hay infinidad de construcciones que simbolizan sus 3.000 años de historia. O al menos los últimos siglos. Desde su catedral, que comenzó a construirse en el XVIII, a las Puertas de Tierra, cuyos orígenes se remontan al XVI. Están ... los castillos, San Sebastián y Santa Catalina, el Baluarte de Candelaria, el de Los Mártires, las murallas, las torres mirador, el monumento a Las Cortes, iglesias como las de San Antonio, La Palma, el Convento de Santo Domingo... Por supuesto el Teatro Falla, impulsado por quien fuera alcalde a finales del XIX, Miguel Martínez de Pinillos. Muchísimo más antiguo es el Teatro Romano. La esencia de nuestra ciudad se encierra entre infinidad de muros, de paredes. La Torre Tavira, la Casa de las Cuatro Torres, el antiguo hospital de Mora, el Balneario de la Palma, la Cárcel Real, el Palacio de Congresos... en fin, qué le voy a contar que usted no sepa. Historia pura. Podría completar este artículo únicamente citando tantas y tantas construcciones que nos dejaron nuestros antepasados. Por todas ellas debemos estar agradecidos.Y responsabilizados, para ser capaces de mantenerlas en el mejor estado para los que aún han de venir. Todas estas construcciones nos hacen sentirnos orgullosos de nuestra ciudad, nos dibujan una sonrisa en el rostro cuando hablamos de ellas a quienes nos visitan, cuando las mostramos a nuestros amigos o familiares venidos de fuera. Nos unen, en definitiva, como gaditanos. Sin embargo, en estos tiempos de división en los que vivimos, de bandos, de politizar absolutamente todo, hasta un puñado de ladrillos pueden ser utilizados no ya políticamente, sino ideológicamente.
Lo digo por el Casino Gaditano. Si hay un lugar en Cádiz que simboliza todo lo que el podemismo más prejuicioso desprecia, ese es el edificio de la Plaza SanAntonio. El Casino ha sido siempre un lugar de encuentro de la sociedad gaditana en torno al arte, la cultura, la política, el comercio. Simboliza los años de prosperidad de Cádiz, cuando éramos referente de modernidad. Sin embargo, siempre estuvo estigmatizado por cierto sector de la ciudad, que lo veía como una representación de lo que siempre había odiado. Ya saben. Franquismo. Fascismo. La cantinela habitual. Aunque el Casino se fundara en 1844, casi setenta años antes de que Franco fuera corneta. 48 años antes de que naciera.
El Casino, obviamente, ha vivido tiempos mejores. Pero a día de hoy sobrevive dignamente. Uno de los usos que tiene es el de centro de negocios para emprendedores, acuerdo que se alcanzó con Zona Franca. Ahora el consorcio se ha desligado del tema. Lo ha dejado en manos del ayuntamiento. De este ayuntamiento. Veremos a ver. Ojalá sea verdad lo que dicen de que van a seguir apostando por ellos. Por la creación de empleo. Pero que nadie se sorprenda si de aquí a poco se convierte en cualquier otra cosa. En cualquier cutrez.
