OPINIÓN

Carbures acelera

La empresa que naciera como un sueño en la Universidad de Cádiz pone un pie en el futuro

En una provincia marcada por la etiqueta del paro –especialmente en días de publicación de recuento, como éstos– resulta chocante hablar de vanguardia tecnológica en la empresa, en la industria. Pero Cádiz, entre sus muchos contrastes, tiene ese que permite convivir a un mercado laboral enfermo desde hace mucho con un gran potencial exportador, investigador y emprendedor. En estos momentos de crisis y recesión aún recientes, hablar de empresas que suben como cohetes y mantienen el equilibrio durante el vuelo puede parecer una osadía, una especie de provocación. Este es el caso de la compañía de origen portuense Carbures, que en apenas unos años ha logrado multiplicar el valor de sus acciones para colocar su nombre dentro de algunos de los mejores proyectos del mundo, como el futurista tren-avión Hyperloop que viajará a más de mil kilómetros por hora, en total suspensión a través de un túnel. Colocar piezas y diseños en ese sueño global es un hito. No se trata de un experimento empresarial alumbrado bajo el amparo de las ayudas públicas ni tampoco de humo. Al contrario. Carbures es el reflejo de un proyecto que ha ido subiendo poco a poco y de forma controlada hasta convertirse en un referente mundial en la fabricación de piezas y estructuras aeronáuticas con fibra de carbono.

Lo que empezó como una pequeña iniciativa de la Universidad de Cádiz sobre investigación y desarrollo es hoy un modelo. Su germen nació en 1999 de la mano de varios catedráticos de la UCA, interesados en el desarrollo del composite y de su aplicación, pero en 2005 pasó el testigo a lo que conocimos como Carbures, una empresa con implantación en China y Estados Unidos, que ha revolucionado el mercado de la fibra de carbono. Uno de los secretos del éxito ha sido, por un lado, la diversificación de su actividad y, por otro, su internacionalización. La conjunción de ambos conceptos es lo que da confianza a los inversores. Carbures sigue un camino imparable. Hace años orientó también su actividad hacia la automoción, donde cerró contratos con firmas como BMW, y ahora pone sus pies en el futuro. Además ha sabido ganar confianza y atractivo en todo tipo de sectores, desde los anecdóticos estoques y espinilleras para estrellas del toreo o el fútbol hasta los asombrosos pilares de la revolución del transporte del siglo XXII.

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