LA VOZ - EL APUNTE
Caos, recortes y responsabilidad
El nuevo fiasco presupuestario llega con el agravante de estar anunciado
El Pleno que vive hoy el Ayuntamiento de Cádiz será el de confirmación de la inutilidad financiera y presupuestaria de los nuevos responsables municipales. A pesar de las advertencias, quejas y denuncias de todos los partidos de la oposición, los miembros del actual equipo de gobierno introdujeron en este improvisado parche en forma de cuentas unos ingresos que no tenían garantizados. Es más, unos ingresos, de 13,5 millones de euros nada menos, en los que nadie creía. La respuesta de los ediles de Podemos y Ganemos fue la de siempre: «enemigos de Cádiz», «casta oligárquica», «conspiradores» y «todo es culpa de la herencia recibida». Es decir, ninguna aclaración pertinente que ahondase en el fondo de la cuestión: que si el dinero iba a llegar o no. El resultado es el de siempre, el caos y las excusas. Que si la Junta, que si el PP, que si el oligopolio y los medios. Pero la realidad es que el dinero no está, que las advertencias se han cumplido. Los 13,5 millones no han llegado y las cuentas están infladas. Hay que desinflarlas. Se hará con un proyecto provisional de cuentas que sigue a una prórroga que se aprueba hoy. Un trámite según el alcalde, una pifia para la oposición. El resultado, los hechos, al margen de opiniones y declaraciones es que se perderá otra vez medio año. Y, en último término los paganos de todo este desaguisado serán los que pagan impuestos y tasas, los ciudadanos a los que se les recortarán proyectos, inversiones y servicios. Si el actual equipo de gobierno ha sido incapaz de avanzar en proyecto urbanístico o de servicio alguno en la primera mitad de su mandato, asusta pensar lo que será capaz de hacer ahora, con un presupuesto prorrogado primero y cojo, después.
Para empezar, en el documento previo enviado a la oposición el propio gobierno municipal anuncia ya recortes en mantenimiento de edificios (en el castillo de San Sebastián, 150.000 euros) o en instalaciones deportivas ya considerablemente abandonadas entre goteras y desperfectos (con dos partidas menos de hasta 350.000 euros). Simbólico el recorte de 130.000 euros en el albergue municipal. Sin embargo, lo peor está en empleo y vivienda, apartados vitales. Se recortan 850.000 euros en el primero y casi 900.000 en el segundo, entre tijeretazos a Procasa, rehabilitación y ayudas al alquiler.
El dinero no ha llegado y el desastre, sí. Ahora, el gobierno municipal tirará de argumentario importado y empezará a repartir culpas. Serán de todos, menos de ellos. Dirán lo que quieran, pero la responsabilidad, desde 2015 hasta 2019, es completamente suya, entera.