Cangrejos, camarones, bocas

El recuerdo de un cartucho de camarones y una cerveza en la calle Zorrilla o el de una docena de erizos en El Merodio, siguen formando parte de mis escenarios favoritos

Yolanda Vallejo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La nostalgia es una melaza pegajosa. Pegajosa y peligrosa, por cierto; porque lo que en apariencia tiene un sabor dulce y agradable, acaba convirtiéndose en una atadura que nos atrapa sin posibilidad alguna de escapar, encadenados a un pasado que paraliza e incapacita para ver ... más allá de nuestros ombligos. Siempre ha sido así, no crea que porque ahora la nostalgia se haya convertido en fuente inagotable para el merchadising de ochenteros irredentos, esto es cosa de ahora. Lo que pasa es que antes lo llamábamos “batallitas del abuelo”, cuando no entrábamos directamente a matar calificándolo de “chochera”, y ahora lo embadurnamos de una capa “vintage” y sacamos pecho bajo la bandera de “Yo fui a la EGB”.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación