El que vota no importa

La vieja tradición de los «cuneros» o la cesión de escaños demuestra que los representantes no respetan a los representados

La Voz de Cádiz

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cada campaña electoral –y bien frecuentes que han sido en los últimos cinco años– nos volvemos a encontrar con la figura. Es el llamado «paracaidista» o «cunero». Es un dirigente político que nada tiene que ver con el territorio que va a representar, que no ... conoce ni tienen vínculo con los lugares en los que va a pedir el voto. Pero lo pide y, asombroso, lo obtiene. El fenómeno se ha repetido en Cádiz , y en otros muchos sitios, desde los años 80 casi sin interrupción. El «cunero» es parte de la política nacional como los leones del Congreso. En concreto, su uso se implantó durante la Restauración. Se llamó así a los cargos que el Gobierno de turno —liberales y conservadores pactaban sus pasos por el poder— colocaban en determinadas circunscripciones con el propósito de asegurarle un escaño. La mera presencia en las listas, pongamos por Cuenca o por Cádiz, era motivo más que suficiente para que el «cunero» tuviese presencia en las Cortes. «Paracaidistas» sin ninguna relación con el territorio pasaban por su provincia de vez en cuando a pastorear al líder local, momento que aprovechaban para comer en el casino del pueblo.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación