El voluble papel del PSOE local
Bajo una aparente capa de crítica, el grupo municipal socialista encadena seis años de apoyo al alcalde de Cádiz por acción u omisión
El grupo de concejales socialistas en el Ayuntamiento de Cádiz está atrapado en una pura contradicción política que una y otra vez, unas elecciones municipales tras otras, se vuelve en su contra. Sería noticia, causaría cierta sorpresa, si no hubiera sido una constante desde que ... en junio de 2015, hace ya seis años y no seis días, convirtiera a José María González ‘Kichi’ en alcalde con su cómplice abstención. Desde entonces, casi sin pausa, ofrece dos caras que no convencen. Tanto Podemos, Adelante, Ganar Cádiz (o como se llame ahora el grupo que dirige el Ayuntamiento) como el PSOE han sostenido siempre que en sus programas electorales hay más puntos de unión que de separación. Esa es la excusa para brindar apoyo, cada vez que es necesario, a la inacción absoluta y a las aspiraciones políticas de González Santos. Dicen coincidir en temas tan sensibles como la vivienda, los servicios sociales o el urbanismo pero a la hora de la verdad sólo se ponen de acuerdo en mantener a la ciudad de Cádiz en un estado de coma muy alarmante.
El sainete cambia poco, así lo encabece Fran González antes como Mara Rodríguez ahora. El PSOE aprovecha cada ocasión para criticar y dudar de la gestión del alcalde, se encuentra muy cómodo en ese papel aunque los votantes cada vez le den menos respaldo. Pero es un paripé. Su contradicción es tan perjudicial para los intereses de la ciudad como la inacción que caracteriza al equipo de Gobierno local y que tanto denuncian los propios socialistas. El último ejemplo, entre decenas, se produjo ayer, cuando el PSOE cambiaba su sentido del voto sobre la aprobación de una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) parcial en el pleno ordinario de mayo. Hace sólo dos meses se mostraba contrario de forma frontal. De hecho, sumó sus votos para tumbar la primera propuesta. Pero dos meses después, la veleta ha cambiado de dirección y lo apoya. Ha llegado el momento de demostrar que la táctica consiste en amagar pero no dar, en levantar mucho la voz pero agachar la mano cuando se trata de votar en contra. Dos meses después, los socialistas se han vuelto a aliar con el equipo de Gobierno. En realidad, por acción u omisión, con el voto a favor o con la abstención, lo llevan haciendo seis años y medio, un mandato y medio. El objetivo común era sacar a Teófila Martínez de la Alcaldía y, una vez hecho, qué más da que la ciudad se muera cada día.
