Un virus que se detiene desde casa
Políticos de diferentes partidos y sensibilidades se unen a la llamada de Junama Moreno de autoconfirnarse para lucha contra la pandemia
Es curioso cómo diez meses después de que comenzara la pesadilla del coronavirus –y un año desde que, por primera vez, apareciera la maldita palabra en una portada de LAVOZ de Cádiz–, el mensaje que hay que repetirle a la población es el ... mismo: quédate en casa. El presidente Juanma Moreno, en la línea de otros líderes regionales, habían solicitado al gobierno de coalición que les dotara de herramientas para poder decretar el toque de queda desde las 20 horas. Ni el aumento de contagios, ni la mortandad acumulada, ni la presión hospitalaria a punto de desbordar la capacidad de los centros médicos han movido de su postura a los responsables del Gobierno central, que se mantienen en el toque de queda a las 23 horas con la posibilidad de adelantarlo una.
Ante esta tesitura, lo único que ha podido hacer la Junta de Andalucía, que es la que, en definitiva, debe administrar la crisis ante el paso atrás que dio desde el verano el Gobierno central, es pedirle a los ciudadanos que sean responsables y se queden en casa desde las 20 horas, momento en el que se había pedido que de forma oficial no pudiera estarse en la calle. No es algo baladí, el toque de queda supone una herramienta para que las fuerzas del orden puedan hacer cumplir lo que debería ser algo lógico.
La petición de Moreno de que la población opte, ante esta tesitura, por hacer un confinamiento «voluntario y solidario», como dijo el consejero Jesús Aguirre, es tan sensata que la mayor parte del espectro político se ha unido a ella. La jerezana Mamen Sánchez, del Partido Socialista, ha pedido a los ciudadanos que salgan lo menos posible porque «se trata de salvar vidas». En la misma línea ha estado el alcalde de Cádiz, Kichi que, aunque más difícil de clasificar políticamente, también ha pedido a sus ciudadanos un «nuevo esfuerzo» porque es el momento «de salvar la vida de las personas». Hasta el obispo ha pedido los párrocos de su Diócesis que adelanten las misas para que, a las 20 horas, puedan estar los feligreses en casa.
Si una mentira repetida mil veces se convierte en verdad, una verdad repetida otras mil debería ser un mandamiento. Es por eso que, al igual que lo están haciendo los políticos, desde este periódico le pedimos a los ciudadanos que extremen las precauciones y se queden en casa desde las 20 horas para contener la pandemia.
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