Dos varas de medir con el drama de los refugiados
Sorprende la rápida movilización del alcalde con la situación del pueblo saharaui y sus tímida reacción ante el drama que está viviendo el pueblo ucraniano
No sorprende que el alcalde de Cádiz, acompañado por su séquito de delegados y enemigos internos, acuda hoy a la convocatoria de la Asociación Pro Derechos Humanos en favor del pueblo saharaui. Ya descuidó durante unos días sus obligaciones en el Ayuntamiento de Cádiz, cuando ... aún era un bisoño representante público sin traje, para atender a los refugiados de este pueblo en el campamento de Tindouf, lo que demuestra su auténtico compromiso –no exento de las acostumbradas fotos para contento de su parroquia– con este drama humano. Nada que objetar, ni por coherencia ni por el apoyo a una causa justa con la que el Gobierno de Pedro Sánchez ha cometido una de las mayores felonías de la historia reciente de España.
Sin embargo, sí ha llamado la atención la tibieza a la hora de condenar la invasión rusa de Ucrania y de solidarizarse con el drama que están viviendo los refugiados de este país. En la misma línea mostrada por los sectores más a la izquierda de la política española, no ha querido dejar claro que el único culpable de la invasión es Putin y no ha corrido, como en dramas anteriores (recordemos su foto con el cartel en solidaridad con los secuestros cometidos por el grupo Boko Haram) a exhibir su postura en redes. Tibieza ante el mayor drama de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Resulta triste que la politización y la ideologización de este equipo de Gobierno alcance este tipo de extremos. No puede distinguirse entre refugiados y hacer de unos causa predilecta y de los otros, causa olvidada. No es de recibo que el postureo constante de este gobierno local descienda a las más bajas simas éticas.
Las manifestaciones contra la postura española con respecto al Sáhara son una respuesta clamorosa contra Pedro Sánchez, lo que explica la rápida adhesión de un Kichi que no da puntada sin hilo en sus cálculos electorales. El acudir a las concentraciones que se han convocado en apoyo a Ucrania no tienen interés político, así que no interesa hacerse la foto y poner uno de sus acostumbrados mensajes en redes sociales.