Valcárcel y la campaña por encima de los gaditanos
El anuncio del alcalde de los cinco millones para el proyecto universitario es un brindis al sol y una muestra mas del trilerismo al que nos tiene acostumbrados
Hay quien elige tan bien los tiempos que, irónicamente, los termina eligiendo mal. Como quien se muestra especialmente amable con quien acaba de conseguir un empleo influyente o quien sugiere una comida con quien recientemente ha adquirido un aparato de aire acondicionado. Lo mismo le ... ha sucedido al alcalde de Cádiz, José María González. Tan oportuno (puede usted poner todas las comillas que desee a este adjetivo) que ha sido de los más inapropiado. Y es que a falta de tres días de las elecciones andaluzas ha pretendido mandar un órdago a las instituciones públicas poniendo sobre la mesa cinco millones para el proyecto de Valcárcel. Obviamente, el resto de agentes en liza no han picado y han optado por dejarle solo con su farol.
Y es que el regidor, muy volcado con la campaña de Adelante Andalucía, hizo ayer un anuncio sorprendente. De los remanentes del Presupuesto destinaría cinco millones para el proyecto de Valcárcel, en lo que es una respuesta a la propuesta de la Junta de que todas las administraciones aporten para convertir el antiguo hospicio en una moderna Facultad. Sin embargo, lo hace a sabiendas de que es un brindis al sol, pocos días antes de que se realicen unas elecciones que obligarán a remodelar el organigrama administrativo andaluz. Bien podría haberse anticipado unos meses o demorado otros tantos, pero su estrategia, como en las películas malas, ha sido esperar al momento en que pensaba que podría generar más impacto.
No es el único que realiza este tipo de juegos de trileros. Justo el día en que denunciábamos en este apunte que el Gobierno central estaba multiplicando sus anuncios de proyectos (algunos de los cuales llevaban más e 30 años en un cajón) con una clara intención de favorecer a su candidato, el secretario local de los socialistas reivindicaba el trato que estaba recibiendo Cádiz por parte de su partido, con un argumentario tan previsible como forzado.
Las campañas electorales sirven para ir marcando a los personajes que concurren a ellas, tanto por lo que dicen por cuándo lo dicen. Y demuestran que hay quienes empiezan a incumplir incluso antes de empezar.