Unión pero práctica y real
La petición de la Junta de material para que personal clave prevenga el contagio no admite posible discusión

Desde el discurso del Rey Felipe VI hasta el fantasmagórico debate en el Congreso de los Diputados, pasando por cada declaración de cada miembro de la oposición, ya sea municipal, regional o estatal, una palabra aparece de forma constante. Unión. Es lo que ... tiene el temor a lo desconocido, que siempre hizo que los seres humanos unieran los hombros y pegaran sus espaldas para tratar de incrementar sus posibilidades de victoria frente a la amenaza. La unión es una utopía simplona y cándida en la política partidista en tiempos de normalidad pero los actuales no lo son. En algunos ámbitos, se ve cierta unidad desconocida en esta batalla contra el virus pero es preciso que sea real y práctica. De lo contrario, es un salvoconducto para eludir la crítica política, la periodística (es decir, la ciudadana) y la labor fiscalizadora que cualquier demócrata debe apreciar. Con esa premisa, la petición de la Junta de Andalucía cabe entenderse como legítima y necesaria. Es preciso que esa unidad de acción sea real y efectiva, para eso resulta imprescindible una dotación material suficiente.
El consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, admite en una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, que la sanidad andaluza solo cuenta con mascarillas «para lo que resta de semana». En el escrito le insta a «garantizar» el correcto suministro de medios sanitarios y de protección. El Ministerio, por su parte, asegura que están en camino 30.705 mascarillas. Si se cumple el anuncio, bien está. Si no, habrá que denunciarlo y reclamarlo. Ya lo hacen colectivos profesionales y sindicales de todo tipo, desde Enfermería hasta reparto, de cuidadores de mayores a jardineros. Todos las necesitan para protegerse y proteger. Si la petición de la Junta de Andalucía fuera una maniobra política –como de forma mezquina la califica el PSOE andaluz– no tendría tanto respaldo de tantos gremios en tantos centros de trabajo. Si la petición de la Junta fuera un oportunista invento partidista –como de forma ruin asegura el PSOE andaluz–, el socialista y presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, no reclamaría con toda urgencia a la propia administración autonómica que los cuidadores de las personas dependientes y más vulnerables en el Servicio de Ayuda a Domicilio reciban ese material.