Unidad para superar la crisis
Los empresarios reprocharon ayer, en la reelección de Sánchez Rojas, el continuo enfrentamiento en el que viven los políticos
Los empresarios gaditanos han dicho basta. La misma sensación de hartazgo del común de los ciudadanos le ha llegado al colectivo, con la diferencia de que los responsables del tejido económico de la provincia también comprueban cómo lo que para el resto de los ciudadanos ... es sólo una molestia, para ellos es un impedimento para seguir obteniendo beneficios de sus negocios. Javier Sánchez Rojas, hombre templado donde los haya, echó ayer un rapapolvo a los políticos por su continuo enfrentamiento, que no se ha moderado siquiera durante la mayor crisis de la era moderna. Razón no le falta al presidente de la CEC.
Los medios de comunicación lo llevamos repitiendo desde que comenzó esta pandemia. El mismo mensaje lo han subrayado los empresarios elevando ligeramente el tono. La prioridad debe ser la recuperación de la normalidad, la mayor estabilidad económica y la vacunación de la mayor parte de la población. No se puede estar agotando a la ciudadanía con un interminable combate político. Y, lo que es peor, las administaciones no pueden estar poniéndose la zancadilla las unas a las otras, diciendo digo y Diego a conveniencia y tratando de modificar las normas del juego a mitad de partido. Sin una colaboración institucional global y leal los proyectos terminan por no salir, las inversiones por no concretarse y los empresarios por marcharse. Sánchez Rojas, en una queja que es recurrente, machacó conque no es concebible que los asuntos pendientes en la provincia de Cádiz sean, con la excepción del segundo puente y el peaje –aunque ha vuelto la polémica por la intención de cobrar por las autovías–, los mismos que hace 15 años. De hecho, recordó cómo hace tres lustros empezó a reclamarse la instalación del tren de la Cabezuela, una demanda que sigue en pie.
«Lo más progresista ahora es ser empresario», se escuchó ayer en la reelección de Sánchez Rojas. Y no le falta razón. Si hay quien quiere que la provincia progrese, por encima de cainismos y de intereses personales, son los empresarios, que hacen de la suya la prosperidad de la sociedad. No estamos para enfrentamientos de salón ni para golpes de pecho. El tiempo apremia para buscar una unidad que saque a Cádiz de las malas cifras económicas en la que está instalada. Nos lo jugamos todo.
