EL APUNTE

Unas medidas inevitables

Las limitaciones en la movilidad vuelven a imponerse debido a unas cifras que nos ponen al borde del miedo de marzo

El presidente de la Junta de Andalucía tuvo que comparecer anoche para anunciar lo inevitable. Las medidas contra la libre y total movilidad de los ciudadanos se han hecho ineludibles porque, por desgracia, aún no hay otro remedio para la nueva y mortal enfermedad que ... limitar los encuentros entre unos seres humanos y otros. Así las cosas, y con los números de contagiados y víctimas, de hospitalizados y críticos, en constante crecimiento, no hay alternativa. Y como adelantó Juanma Moreno, «si hay que tomar medidas más duras, no dudaremos». Las de ayer suponen que media provincia de Cádiz (Costa Noroeste, Campiña y Sierra) quedan en cierre perimetral hasta el 9 de noviembre. La hostelería tendrá que cerrar a las 22.30 horas y las reuniones de más de seis personas quedan prohibidas. La situación podría parecerse al confinamiento de marzo y abril pero con los colegios en marcha y los puestos de trabajo, por más que limitados, funcionando, es muy diferente. Con todo, el objetivo es el mismo. Que los hospitales no colapsen, que las UCI no se abarroten de pacientes en una situación difícil, atendidos por profesionales agotados física y mentalmente. Va a ser necesario cumplir estas normas, y las que vengan, aprender del pasado y entender que las desescaladas no suponen una liberación de nada, que las pocas treguas que dan los datos están muy lejos de suponer la derrota de la enfermedad. Como prueba, basta recordar que no han pasado siquiera doce meses desde que comenzaron las alertas contra la pandemia y parece como si siempre hubiéramos vivido en una especie de celda doméstica entre las paredes de nuestra casa, sin más vista que un pedazo de cielo y la vivienda de enfrente. Eso no es así. Fue un confinamiento largo y pesado pero luego hemos entrado en otra fase intermedia que habrá que soportar con paciencia. También en Navidad habrá que aprender a renunciar a eso tan tradicional de compartir alegrías y abrazos con seres muy queridos. Tenemos que demostrar en estos días previos que hemos aprendido algo. Desde ayer, miles de gaditanos y andaluces no podrán salir sin motivo justificado de su municipio, ni viajar a otra comunidad. Las noches cada vez se limitan más en horario pero aún nos quedan las escuelas, las oficinas y las tiendas abiertas. Habrá que cumplir y resistir para que la situación no empeore.

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