Ucrania y Rota son asuntos de todos
La Base es parte esencial de la aportación de España en un conflicto que debe contar con un unánime respaldo ciudadano porque enfrenta libertad y autoritarismo
Vladimir Putin tiene una gran ventaja en el descomunal desafío que ha lanzado a Europa y a Estados Unidos, a casi todo el mundo occidental: a los dirigentes autoritarios y antidemócratas nadie les pide cuentas en su propio país. En los estados de derecho, como ... España, como los de toda la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Japón... Los gobiernos tienen contrapesos judiciales, parlamentarios, públicos, en los medios, se someten a escrutinio, fiscalización y valoración. Eso no sucede en Rusia, donde los discrepantes se juegan la vida, donde se cierra una ONG como una televisión si resultan incómodos. También pasa en China, en Cuba, en Marruecos, en Venezuela. En esos lugares no hace falta explicar nada al propio pueblo, ni siquiera cuando se ataca al vecino. La única respuesta posible es la unidad internacional, al menos la de Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN). Y en ese grupo que representa, otra vez, al mundo libre frente al autoritario, al dictatorial, España juega un papel. Y dentro del rol español, la Base de Rota es una de las mayores instalaciones militares internacionales en Europa, con la ubicación estratégica que tiene esta provincia, en el cruce de caminos de mares, océanos y continentes, a una distancia muy corta de muchos focos de conflicto. Para una sociedad como la española, la guerra es intolerable, inadmisible, casi parece una ficción. Sus miembros más jóvenes han dado por hecho que nunca se enfrentarían a la peor lacra de la humanidad, esa que han visto como algo antiguo en documentales y películas, en series y ficción. Pero la amenaza existe y es necesario que con el símbolo de la Base de Rota, la sociedad española entienda que es importante mantener un compromiso internacional constante, inquebrantable, por la libertad, por los derechos humanos, el respeto a las fronteras de las naciones y la estabilidad. Por no hablar de la motivación económica porque el terremoto desatado en el Este de Ucrania va a tener un impacto enorme en el precio de la electricidad, el gas y los combustibles, que ya estaban disparados. Esto, la libertad y el equilibrio de fuerzas internacionales, el reparto energético sí que va con nosotros, con todos y la Base de Rota es una parte de nuestra aportación. El apoyo social debe ser unánime, constante y firme.
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