Turbulencias en la aeronáutica
El sector afronta una de sus peores crisis, motivada por la paralización de los vuelos domésticos y las medidas de contención impuestas por las aerolíneas
El efecto dominó o el efecto contagio. La crisis del coronavirus ha tenido una especial incidencia en la movilidad de la población y las aerolíneas comerciales han sufrido directamente la prohibición de los vuelos. Esta medida ha provocado una hecatombe en el sector. Las compañías ... aéreas, ante el parón de los vuelos, han tenido que reprogramar sus inversiones y echar cuentas para evitar el cierre. Una de las primeras medidas adoptadas ha sido la paralización de la compra de aviones y el retraso, hasta nueva orden, de los pedidos que ya habían sido solicitados. Esta decisión ha tenido un efecto letal para los dos grandes constructores de aviones del planeta: Airbus y Boeing.
En el caso del gigante aeronáutico europeo (Airbus) ha tenido que reducir la cadencia de producción de sus tres aviones más comerciales, A350, A320 y A330, para ajustarse a las nuevas necesidades. La decisión de Airbus ha provocado, a su vez, que la industria auxiliar haya tenido también que apretarse el cinturón para sobrevivir, lo que ocurre es que muchas de estas pymes no tienen tanto músculo financiero como para mantenerse a flote. En la provincia se está sufriendo con especial virulencia la crisis del sector aeronáutico ya que Airbus cuenta con dos plantas en la Bahía, mientras que su principal proveedor, Alestis, suma también otras dos factorías. Un total de 25 empresas de la industria auxiliar aeronáutica, ubicadas en Cádiz, se han visto obligadas a presentar un ERTE ante la bajada de la producción y ahora se teme que esta regulación temporal de empleo acabe en un ajuste definitivo de plantilla ante las dificultades por mantener vivo el negocio. La vuelta a la normalidad será lenta. Las aerolíneas que superen la crisis no van a programar inicialmente las mismas capacidades y frecuencias de vuelos que antes de la crisis porque no habrá una demanda que las justifique, especialmente en los vuelos internacionales.
Como consecuencia de lo anterior, es predecible que vaya a existir un exceso de oferta de aeronaves en el mercado, por lo que la demanda por parte de las aerolíneas para el alquiler, el renting o la compra de nuevos aviones va a verse mermada. En relación con la industria de fabricación aeronáutica, han quedado en papel mojado las previsiones que presentaron en 2014 tanto Airbus como Boeing, que abarcaban un periodo de 25 años y que, hasta febrero de este mismo año, se estaban cumpliendo escrupulosamente.
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