El Apunte
Un tren del pasado para construir el futuro
La licitación de la obra del acceso ferroviario de La Cabezuela es un paso clave para el desarrollo portuario de la Bahía
Las obras de la Bahía de Cádiz van despacio. Las infraestructuras gaditanas se proyectan a cámara lenta en el tiempo y su desarrollo puede abarcar a varias generaciones de gaditanos. Es el caso, por ejemplo, del segundo puente que, entre su gestación y posterior construcción, ... pasaron más de diez años. En la misma línea se encuentra el tranvía metropolitano de la Bahía que, entre proyectos, expropiaciones y diferencias políticas, su obra lleva una década para cubrir la distancia entre Chiclana-San Fernando-Cádiz. Seguimos con el infructuoso proyecto de Las Aletas, aquel parque logístico y empresarial que se iba a desarrollar en Puerto Real.
Este faraónico polígono industrial estaba llamado a ser la solución a los problemas de empleo de la Bahía, sin embargo, los ecologistas de Adena frenaron tanto entusiasmo al denunciar que se había proyectado sobre una zona de marismas. En 2009, el Tribunal Supremo les dio la razón y, desde entonces, este proyecto está muerto aunque se ha intentado resucitar en varias ocasiones. Ahora, el Consejo de Ministros acaba de licitar la obra del tren de La Cabezuela. Se trata de una buena noticia para Cádiz, pero llega con más de diez años de retraso.
El tren de La Cabezuela es una demanda histórica de los empresarios gaditanos y especialmente del sector portuario, ya que permite sacar por tren las mercancías que llegan a la orilla portuaria de Puerto Real. En septiembre de 2018 se dio un paso histórico en favor de esta infraestructura, atascada desde 2009. El Ministerio de Fomento, Adif, Puertos del Estado y el Ayuntamiento de PuertoReal sentaron las bases para sacar la obra adelante. La actuación está financiada por Puertos del Estado con cargo al Fondo Financiero de Accesibilidad Terrestre Portuaria y será ejecutada por Adif, que se ha encargado de adaptar el proyecto a las condiciones y requisitos funcionales actuales de máxima interoperabilidad y operatividad de la infraestructura.
El Ministerio de Fomento sacó a licitación la ejecución del proyecto en 2009, que fue adjudicado en el mes de julio del mismo año a la UTE formada por Ploder Uicesa y Vialobra, por un importe de 19,45 millones de euros y 32 meses de plazo de ejecución. Sin embargo, en marzo de 2010, una de las dos empresas que conformaban la UTE adjudicataria presentó concurso de acreedores, con lo que se paralizó la obra. Ahora resucita.