En tiempos turbulentos, calma

Cortar el puente para exigir carga de trabajo a largo plazo es una medida obsoleta e infructuosa en estos momentos

La Voz de Cádiz

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Solidaridad. Por supuesto. Nadie se puede alegrar porque una sola persona pierda su trabajo. Los compañeros del metal arropan a los empleados despedidos en estos últimos días, en su versión represaliados por participar en el corte del puente Carranza del pasado jueves.

Más ... allá de si esas son las verdaderas razones del despido, los obreros deben dejar atrás estos comportamientos trasnochados, propios de otras épocas. Obsoletos. Quemar neumáticos, lanzar tornillos, obstruir la entrada a Cádiz suena a los 80 y 90, a los años duros de la reconversión. Surtió efecto en mayor o menor medida, dependiendo del grado de populismo del político de turno, del conteo partidista de votos. Pero ¿ahora? Huelga decir la manida sentencia de que a quien molesta es al ciudadano de a pie que precisamente va a currar y que de esta manera se le impide realizar su trabajo. Que muy probablemente al político o gestor al que lanzan sus protestas ni pase por allí y ni se dé por aludido. En conclusión, que estas presiones sirven cada vez menos, y se quedan en un simple desahogo colectivo.

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