Sorpresa: el ‘sinhogarismo’ es complejo
Episodios como el de Entrecatedrales muestran que el Ayuntamiento no sabe solventar un conflicto que usó como arma electoral
El lamentable episodio que se vive en el entorno de Entrecatedrales, un mirador llamado a ser un privilegio para Cádiz en el Campo del Sur pero convertido en otro tesoro abandonado, confronta dos derechos de difícil encaje. Por un lado, los vecinos lo tienen ... a un entorno aseado y tranquilo, calmado. Para eso pagan, a través de IBI o varios impuestos más, por servicios de recogida de residuos, por la iluminación pública, por la seguridad...
Por otro lado, los ‘ sintecho ’, las personas sin hogar que viven en la calle, que protagonizan un complejo drama social, tienen derecho a recibir alternativas y auxilio, al menos a que les propongan algún alojamiento temporal, así como a seguridad, higiene, dignidad... En la misma medida que los vecinos que pagan impuestos. Una sociedad justa, en la que se pueda confiar, debe tratar a los dos colectivos por igual. Sin embargo, en el caso de Entrecatedrales –como antes en Doctores Meléndez o Bóvedas de Santa Elena– vemos que el Ayuntamiento es incapaz de garantizar ni los derechos de unos ni los de otros. Nadie duda de la dificultad del empeño pero tampoco de la obligación que contraen los responsables municipales con ellos, con todos, al aceptar sus cargos.
La situación se ha repetido antes en Santa Bárbara, Canalejas o Varela pero cada vez se extiende a más parajes sin que soluciones como el albergue del Arco de Garaicoechea supongan la solución anunciada y cacareada con propagandística insistencia. La capital gaditana registra un alarmante incremento del número de indigentes que han llegado a crear auténticos campamentos estables en varias zonas de la ciudad. Entre estos enclaves crecientes hay algunos emplazamientos monumentales y turísticos muy transitados o visitados. Todos van a peor, cada vez con más ocupantes. En el mejor de los casos, van de una ubicación a otra, nada más. Es de esperar que la terrible crisis provocada por el coronavirus acentúe la situación, lejos de apaciguarla. El Ayuntamiento de Cádiz asegura que trabaja en este fenómeno, en el conflicto, que lo lamenta, que hace lo que puede, que prepara dispositivos e instalaciones pero insiste en que «es complejo». Vaya sorpresa. Los únicos que creían que tenía fácil solución eran ellos, Podemos-Adelante-Ganemos, cuando querían llegar al poder, antes de 2015, y todo valía como arma arrojadiza, incluso los ‘sinhogar’. Ahora han descubierto al realidad. Son los últimos y, lo peor, no saben transformarla.
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