La solución más humana para Blanca
La decisión de la Junta ha llegado muy tarde, pero resuelve una injusticia kafkiana en la que estaba atrapada la pequeña de Tarifa
Bien está lo que bien acaba. Finalmente, la Junta de Andalucía ha operado con la humanidad y cordura que toda la comunidad educativa esperaba y Blanca, la niña de Tarifa que ha pasado por tres colegios este curso, podrá volver el próximo septiembre a su ... antiguo colegio, el CEIP Nuestra Señora de la Luz. El final del cuento, parece, tendrá final feliz.
Y es que éste no ha sido un curso más ni para ella ni para su familia. En el mes de enero, sus padres sufrían un duro accidente de tráfico y tanto ella como su hermana tuvieron que trasladarse a casa de su abuela a la provincia de Granada. El pasado mes de marzo, pudieron volver a Tarifa pero mientras que la hermana de Blanca pudo matricularse de nuevo en su anterior colegio, a ella le negaron un pupitre en su antigua escuela. La razón: otro alumno había ingresado en el centro y no podía ampliarse la ratio de alumnos. Por las normas, que en ocasiones son bloques pétreos que no permiten pasar la justicia, la niña tenía que ingresar en un tercer colegio de la localidad. De nada sirvió que el director de su centro granadino enviara un correo apoyando la vuelta al primer colegio, la decisión era firme. Se daba la circunstancia de que mientras a su llegada a Granada sí aplicaron un aumento excepcional de la ratio de alumnos para acogerla, cuando regresó a la provincia le dijeron que no. Una situación excepcional como la suya no mereció esa consideración para la administración.
Es cierto que las leyes están para cumplirlas y que las salvedades deben mirarse con lupa. Pero cuando se trata de niños, y en circunstancias tan especiales, se hace necesario tener magnanimidad en aras del bienestar de los pequeños. No era necesario que a la dura prueba de este año se añadiera otra tan fácilmente evitable. La administración no puede ser ese laberinto kafkiano donde queden atrapados los ciudadanos, indefensos ante un tiempo que va pasando a velocidad distinto para los organismos oficiales y para los niños.
Por fortuna, toda esta situación va a quedar en un mal recuerdo y Blanca volverá el próximo año a jugar con sus compañeros de clase. En el curso 2021-2022 podrá hacer borrón para que las cuentas comiencen a salir de la mejor manera posible.