Sin vacuna para la hemorragia laboral
Los ERTEs han mitigado el paro de abril en Cádiz, pero la realidad es que la provincia ha pasado en dos meses de mantener empleo a destruirlo
La crisis sanitaria da el relevo a la crisis socioecómica . Dos meses de parón industrial por el confinamiento han puesto a la provincia en el peor de los escenarios para una recuperación, debido a su vinculación al sector servicios. Los datos ... de abril dejan en Cádiz 4.482 parados más que en marzo y sitúa al contingente de demandantes de empleo en 180.898 personas, una cifra que nos traslada a marzo de 2016. Lo más grave de este incremento mensual del 2,5% del paro es, precisamente, el dato estadístico que arroja la comparativa interanual: la provincia ha engordado su nómina de desempleados en los últimos doce meses en 34.153 personas, es decir, hemos pasado de generar y mantener el empleo a destruirlo de golpe desde que se implantó el estado de alarma. Esta situación es aún más grave porque, de momento, no hay vacuna para detener la hemorragia laboral gaditana.
El sector servicios, nuestro principal motor económico , está paralizado y sin expectativas de una reactivación sólida que lo ayude a despegar. Al contrario. El panorama nos lleva inexorablemente al efecto contagio y al efecto pánico. La industria también ha empezado a sufrir de manera directa el impacto del coronavirus. Así, Airbus anunció la pasada semana la implantación de medidas de ajustes en sus factorías para amortiguar las pérdidas y, entre ellas, anunció un ERTE que afecta a la planta de Puerto Real y una reducción en la producción como consecuencia de la ausencia de pedidos por parte de las aerolíneas y el aplazamiento de las entregas. Esta medida de Airbus ha tenido consecuencias inmediatas en su principal proveedor en España, la aeronáutica Alestis, que este mismo martes anunció un severo plan de contención que incluye, entre otras medidas, un ajuste laboral, aún por concretar.
A nivel nacional, el impacto del coronavirus deja unas cifras alarmantes: desde el pasado 12 de marzo, cuando se anunció el estado de alarma, se han perdido en España un total de 973.120 cotizantes. Cabe resaltar que en este caso se han tomado los datos de la evolución diaria de la afiliación por ser los que mejor reflejan la realidad del coronavirus. Habitualmente se considera más fiable la media del mes, algo que «en este momento resulta engañosos», según advirtió el secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo, y que ratifican los expertos. Si se tiene en cuenta la media, abril ha perdido 548.000 ocupados, que, sumados a los 243.000 de marzo, darían una destrucción menor a ese millón mencionado.
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