EL APUNTE
Restricciones dolorosas pero necesarias
El Ejecutivo andaluz da un paso al frente anunciando unas medidas valientes aún a costa de su coste político y social
Al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, le bastaron ayer poco más de quince minutos para explicar cómo estaba la situación en la región y para adelantar qué medidas se iba a tomar. Lo hizo con la solemnidad que el hecho requería pero, ... sobre todo, con la concisión y claridad que los periodistas y, sobre todo, los ciudadanos (que es en definitiva los que importantan) demandan. Sin paños calientes, sin circunloquios absurdos para el lucimiento. Al pan, pan y al vino, vino. Como un médico al que, ante la gravedad de una dolencia, se le pide que sea lo más claro posible, Moreno Bonilla intentó dejar claro lo que, desde mañana, podremos o no hacer.
Para muestra, un botón. El presidente empleó el término «toque de queda», evitado por Pedro Sánchez como si su alusión despertara antiguos demonios, para que no hubiera duda sobre a qué hora deberán estar todos los andaluces en casa. Incluso tuvo palabras especialmente cariñosas para la provincia de Granada, que estará sujeta a medidas mucho más restrictivas dado el alto número de contagios que arrastra. De nuevo, como un buen médico, fue firme pero comprensivo al mismo tiempo.
Al igual que este periódico hizo en la primera ola con las medidas que se decretaron desde el Gobierno central, ahora con las pautas establecidas desde el palacio de San Telmo pedimos a la ciudadanía responsabilidad y civismo. No es plato de gusto la restricción a la actividad económica y a la movilidad, pero es una decisión imprescindible para poder abandonar cuanto antes esta situación. El popular Juanma Moreno, como antes el socialista Pedro Sánchez, ha aceptado el coste político, social y económico de establecer estas pautas en aras de salvar vidas, de contener la avalancha de ingresos que se están produciendo en los hospitales andaluzas. Los datos hablan por sí mismos, como lo demostraron ayer los más de 400 contagios y la quincena de nuevos ingresos hospitalarios en la provincia de Cádiz en tan sólo un día.
El mismo mensaje de marzo, con mil cicatrices más en el ánimo, sigue valiendo ahora. Si entonces se decía que «este virus lo paramos unidos», hoy en día la misma estrategia es la única válida para detener a este bicho. Con responsabilidad individual y con esfuerzo colectivo. Son tiempos duros, toca arrimar el hombro, de nuevo, para superarlos.
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