Reajustar cuentas y presupuestos
Las grandes inversiones programadas por las líneas de cruceros en sus barcos se convierten ahora en obras de mantenimiento
El impacto de la crisis del coronavirus sobre las empresas ha obligado a un reajuste de las cuentas y a una revisión de las inversiones programadas en todos los sectores de la actividad industrial. La incertidumbre impide, por ahora, arriesgar dinero en proyectos ... donde no está garantizada su rentabilidad a corto o medio plazo. Esto es lo que ha ocurrido entre las compañías de cruceros más importantes del planeta, que se han visto abocadas a reprogramar las inversiones previstas para este año en la renovación de su flota. Los astilleros públicos de Navantia han salido perjudicados con las drásticas decisiones que han tomado algunas de estas compañías. No obstante, pese a las dificultades, el compromiso con Navantia sigue vigente pero con un recorte, es decir, las empresas de cruceros han cambiado las grandes reformas por obras menores.
Uno de los ejemplos más claros de este reajuste lo hemos encontrado en la reforma integral que la compañía Royal Caribbean había previsto para su crucero el ‘ Allure of the Seas ’. La mejora y transformación de este barco, uno de los cruceros más grandes del mundo, ascendía a 180 millones de euros y contemplaba, entre otras actuaciones, la incorporación de medio centenar de camarotes de lujo en la zona del puente de mando, además de nuevas instalaciones acuáticas en las cubiertas. La Royal ha optado finalmente por aparcar esta inversión y centrarse ahora en una profunda varada técnica para la puesta a punto del crucero. Las compaías ignoran todavía cómo responderá el mercado este verano a las ofertas de viajes, ya que se teme una importante caída del turismo de cruceros como consecuencia del coronavirus. Las compañías decidieron cancelar sus rutas a mediados de marzo para guardar la cuarentena. Está previsto que los barcos vuelvan al mar en junio con nuevas ofertas, pero se teme que la respuesta esté por debajo de las expectativas, lo que ha llevado a los gestores a ajustar las cuentas. Los astilleros gaditanos siguen receptivos a los planes de las navieras. Otra de las actuaciones que ha sido, de momento, aparcada es la prevista en el crucero ‘ Carnival Victory ’, atracado desde el pasado marzo en el muelle del astillero de PuertoReal. Este barco se estrenó en 1998 y Carnival le había reservado una transformación integral para volver al agua como ‘Carnival Radiance’. La obra asciende a 200 millones de euros, pero Carnival ha decidido arrojar el ancla.