El puerto y el equilibrio
La histórica remodelación de suelos portuarios debe combinar usos industriales y comerciales con nuevos espacios para servicios
Cádiz afrontará este año uno de sus mayores debates urbanísticos . O su mayor avance, su inicio visible después de años de previsión, debate y planificación. Se trata de la integración del puerto y la ciudad que incluye muchas variables. Entre ellas, están la ... nueva terminal de contenedores, los nuevos usos en sus actuales muelles, la esperada reforma de la verja de separación y la reutilización de hasta 300.000 metros cuadrados liberados de suelo portuario suponen varias las mayores oportunidades de expansión que tiene un municipio constreñido sin periferia ni alrededores a los que asirse.
De ahí que esta negociación entre instituciones sea esencial para la capital. Cádiz no tendrá muchas ocasiones más de crecer en este siglo, menos aún en tales proporciones. Por lo tanto, conviene atender a todas las partes, despojarse de prejuicios y confiar en la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz , presidida ahora por una experiencia con la experiencia y la visión de la comarca de Teófila Martínez. Como ya advierte la exalcaldesa, lo más conveniente para los gaditanos es calibrar de forma muy cuidadosa una combinación de las necesidades distintas: empresariales, sociales, comerciales, estructurales, de transporte...
La terminal de contenedores debe crear una nueva etapa en la actividad portuaria, una reestructuración como nunca ha vivido en casi un siglo de historia. Igualmente, ese nuevo espacio supone la liberación del suelo que transcurre en paralelo a la zona de Tres Carabelas y plaza de la Hispanidad queda descargada de funciones portuarias. A partir de ahí, falta saber cual es su mejor futuro. Empresas portuarias han alertado contra el exceso a la hora de dar un uso cultural, comercial o como aparcamiento a demasiado suelo portuario actual. Habrá que medir entre producción de riqueza y utilización colectiva, servicios.
La actividad portuaria es esencial, aún menguada, para la capital gaditana. Renunciar a darle suficiente espacio y capacidad material es resignarse a perderla. Los ciudadanos también atinan al resaltar que la capital gaditana necesita parte de su suelo para ampliar necesidades sin cubrir, como aparcamientos, sobre todo, recintos para grandes conciertos o para comercios que precisan de muchos metros. También han de entender que no todo el espacio puede tener esa finalidad, supondría que la ciudad se traga al puerto. Es necesario el equilibrio y Teófila Martínez parece tenerlo claro.