Las promesa pública incumplida de Kichi
En 2015, en campaña electoral, el entonces candidato se comprometió a mejorar los servicios públicos desde su gestión. Siete años después no lo ha hecho

Una de las cuestiones que más pueden ensalzar la trayectoria de un político -dícese de esa persona que adquiere por decisión propia la función de servir a los ciudadanos y al bien común- es cumplir con lo prometido. Llevar a efecto, a la realidad, aquello ... que con megáfono en mano o desde un atril clamó durante la campaña electoral para conseguir la confianza de los votos. Materializar de verdad los apretones de manos y las palmadas en la espalda. Con trabajo. Con la práctica y no la teoría. Con efectividad y realismo. De nada sirve hacerse cientos de fotos y lanzar promesas al aire si no se tienen las garantías necesarias de que se va a ser capaz de hacer lo que se dice. Solo sirve para ir acumulando esos votos en números e ilusiones a las que luego se puede defraudar. Porque si no se cumple lo dicho, la otra cara de la moneda es la de alguien que ha engañado al ciudadano comprometiéndose a algo que, o no era factible, o no se ha querido hacer.
Y eso ha ocurrido en Cádiz con José María González ‘Kichi’ quien durante la campaña electoral de 2015 (la que le dio a conocer y le dio el bastón de mando de San Juan de Dios) se hartó de hablar de municipalización. Es decir, que si él era alcalde (como terminó ocurriendo) asumiría desde su ayuntamiento la gestión de los servicios de la ciudad, tales como mantenimiento, jardines, limpieza, playas... Esta promesa creó grandes expectativas entre los trabajadores de estas contratas al considerar que iba a mejorar tanto en servicio como su situación laboral.
Sin embargo, siete años después del ascenso de Kichi a la Alcaldía de la capital gaditana, solo uno de estos servicios (el de playas) ha sido municipalizado. Por tanto, no ha cumplido. Y por tanto, no solo no ha mejorado todos estos servicios básicos para la vida cotidiana de cualquier ciudad, sino que la mayoría han empeorado como por ejemplo la suciedad de la Tacita de Plata. Tanto es así y tal es el «hartazgo» de los empleados de las contratas que han anunciado que están elaborando un informe jurídico con el que quieren «demostrar» al Ayuntamiento que se puede hacer y que es viable sin necesidad de que sea más costoso para las arcas municipales.