Un problema llamado incapacidad
El Gobierno local ha demostrado, con casos como el de la Policía Local, que cualquier problema le viene muy grande
El año pasado, aproximadamente por estas fechas, en este mismo espacio nos llevábamos las manos a la cabeza porque, después de 30 veranos, la Policía Local iba a dejar de patrullar las playas por la incapacidad manifiesta del equipo de Gobierno de llegar a un ... acuerdo con los agentes, que tomaron la medida como método de presión ante un Ayuntamiento que ni se dignaba a escuchar sus demandas. Este año la estadística ya no es tan llamativa pero es mucho más grave, Y es que por segunda vez, los agentes no estarán en la arena gaditana a no ser que sean requeridos para un servicio. Si el año pasado el Ayuntamiento podía argumentar que se había visto desbordado por la pandemia y por la actitud de los agentes, en este 2021 se le han agotado las excusas para no hacer lo que se demanda de una administración: encontrar soluciones.
Y es que doce meses después de que los agentes de la Policía Local de Cádiz tomaran la decisión de no presentarse voluntarios para los servicios de playa para reclamar la aprobación de una nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) las cosas no han cambiado. Y si lo han hecho ha sido para peor, porque el clima de desconfianza se ha incrementado. En especial, según denuncian los sindicatos policiales, por el «pasotismo y la dejadez» del equipo de Gobierno. La muestra de la poca importancia que se le da desde el Ayuntamiento a desbloquear esta situación la da el que a la reunión que mantienen semanalmente con los representantes de los agentes no acuda ni el alcalde ni el propio delegado de personal, Demetrio Quirós.
Lo normal sería demandarle al equipo de Gobierno que buscara soluciones y recordarle que debe hacer todo lo posible por desbloquear un problema que tiene como víctimas a los gaditanos y a los turistas que nos visitan cada año, que no podrán disfrutar de la playa con todas las garantías que merecen. Pero si algo nos ha enseñado durante estos seis años este equipo de Gobierno –con sus diferentes nombres y con sus recurrentes sorpresas– es su impenitente inoperancia para afrontar problemas por pequeños que sean. Quizá sería más útil sugerirles que buscaran ayuda, bien en la oposición bien en otros organismos, para solucionar los problemas que ellos no pueden arreglar, si no fuera porque a su falta de pericia se une, también, una carencia insultante de humildad.